María Amelia Albina Molina recibió arresto domiciliario, acusada formalmente por la muerte de Fausto Morcos, de 13 años, y las heridas que recibió Julián Guzzo, a quienes atropelló con su auto.
La justicia penal de Mendoza imputó formalmente a la jubilada que atropelló con su auto a dos ciclistas, a plena luz del día en el corazón de la ciudad. La mujer quedó formalmente acusada por el “delito de homicidio culposo agravado por pasar un semáforo en rojo en concurso real con lesiones culposas graves“.
El hecho se registró el pasado fin de semana en inmediaciones de Avenida Boulogne Sur Mer entre calles Clark y Manuel A. Sáez en la quinta sección, frente al parque General San Martín.
Por el lugar circulaban en bicicleta tres amigos que habían salido a disfrutar del sábado al mediodía. La conductora arrolló a dos de ellos mientras estaba al mando su auto Volkswagen Up color blanco. El joven Fausto Morcos, de 13 años, murió en forma instantánea por el impacto. Su amigo y compañero de secundario Julián Guzzo quedó tendido en el asfalto con heridas de gravedad.
Testigos llamaron al 911 y a los pocos minutos se hicieron presentes efectivos de la Policía de Mendoza, quienes implementaron en forma urgente un operativo que incluyó corte de calles, la convocatoria al servicios de ambulancias del SEC, bomberos voluntarios y policía Científica.
Al arribar al lugar del hecho, los médicos solo pudieron constatar que el joven Morcos ya se encontraba sin vida. Sin embargo, a Julían Guzzo lo trasladaron a la guardia del hospital Humberto Notti, por ser menor de 14 años.
Allí le diagnosticaron heridas de gravedad y quedó alojado en el servicio de terapia intensiva. Con el correr de las horas lograron que recobrara el conocimiento y entró en crisis cuando se enteró de la muerte de su amigo Fausto.
Un tercer menor, que no alcanzó a cruzar la calle, fue protagonista privilegiado de toda la escena de terror. Es amigo de los dos anteriores y se convirtió en testigo clave del hecho.
En las últimas horas, la Oficina Fiscal que lleva adelante el expediente judicial confirmó que a la jubilada de 82 años de edad le pusieron tobillera electrónica y por ningún motivo puede abandonar su hogar, donde deberá cumplir prisión domiciliaria.
A esto se suma un importante debate público que se generó en Mendoza y que tiene que ver con los criterios de las autoridades para seguir renovando la licencia de conducir a los adultos mayores. Esta mujer de 82 años, luego de atropellar a los ciclistas, bajó de su auto apoyada en bastón, según testigos.
Cronica.com















