Servicio Privado de Información

Leernos tiene sus privilegios

Reforma laboral: los dos puntos clave que impulsa el Gobierno y el sindicalismo resiste.

El plan laboral de Milei apunta a salarios ligados a la productividad y fin del poder eterno de los gremios.

A pocos días de las elecciones legislativas, se volvió a poner en el centro del debate la reforma laboral, una de las piezas centrales del Consejo de Mayo, impulsado por el presidente Javier Milei y su equipo económico.

El secretario de Trabajo, Julio Cordero, reiteró que el objetivo es modernizar las relaciones laborales, impulsar mayor competitividad y terminar con los privilegios que durante décadas ataron el mercado laboral al poder sindical.

Durante su exposición en el Coloquio de IDEA, Cordero explicó que el nuevo esquema se basa en la idea de “salarios dinámicos”, donde las remuneraciones reflejen la productividad real de cada trabajador, y no estructuras rígidas que premian la antigüedad sin medir resultados. “El objetivo es identificar elementos objetivos que permitan diferenciar la eficiencia y eficacia de cada trabajador, lo que se traduce en remuneraciones acordes a la productividad”, sostuvo el funcionario.

Fin a la “ultractividad”: convenios que no duren para siempre

Uno de los puntos más resistidos por la CGT y las cúpulas sindicales es la eliminación de la ultractividad, un mecanismo que mantiene los convenios colectivos vigentes incluso después de su vencimiento. En la práctica, este sistema permite que los sindicatos mantengan beneficios y estructuras burocráticas eternas, aun cuando las condiciones económicas y tecnológicas cambien.

El Gobierno busca derogar la ultractividad para que las negociaciones se renueven de forma más ágil, moderna y vinculada a la productividad, favoreciendo acuerdos por empresa y no por actividad.

Fuentes oficiales explican que el cambio permitirá que los convenios se actualicen según las necesidades del sector privado, fomentando el empleo formal y evitando la rigidez que hoy impide contratar. “Si dejás de lado la ultractividad y hacés acuerdos privados, vas a generar negociaciones más dinámicas, más relacionadas con la productividad”, explicaron desde el entorno laboral.

Aportes sindicales voluntarios: el fin de la caja gremial obligatoria

El otro eje central de la reforma es la voluntariedad de los aportes sindicales.  Actualmente, los gremios descuentan de manera automática una parte del salario de cada trabajador, esté o no afiliado al sindicato. El proyecto propone que todo aporte sindical requiera el consentimiento individual del empleado.

Con esta medida, el Gobierno apunta a terminar con la recaudación compulsiva que financia estructuras políticas y gremiales opacas, y devolver la libertad de elección a cada trabajador. En la práctica, implicaría el fin de la “caja sindical”, una de las principales fuentes de poder económico y político de la CGT y las organizaciones tradicionales.

La reacción sindical: proteger el statu quo

La CGT reaccionó con dureza. Gerardo Martínezjefe de la UOCRA, publicó una carta abierta en la que calificó la iniciativa como “una ratificación del Decreto 70/23” y la tildó de “decisión inconsulta”.

el sindicalismo evita discutir el fondo del asunto: que el sistema actual no genera empleo, desincentiva la productividad y premia la ineficiencia.

La modernización laboral es uno de los pilares del Consejo de Mayo, que reúne a empresarios, representantes del Estado y del sector sindical. Desde la Secretaría de Trabajo aseguran que ningún tema quedará fuera del debate y que la intención es romper con un sistema obsoleto que solo beneficia a las cúpulas sindicales.

Con esta reforma, Milei busca liberar al mercado laboral, fomentar la contratación privada, premiar la eficiencia individual y devolver la libertad de elección a los trabajadores argentinos.

Derechadiario.com