Documentos judiciales a los que tuvo acceso REALPOLITIK revelan detalles del expediente que llevó al excanciller y actual candidato a prisión en 1975. Granadas, pólvora y una bomba “debajo de la cama” de su hijo en una causa que contradice la versión oficial que el dirigente repite desde hace décadas.
Jorge Enrique Taiana construyó una extensa carrera política basada en la defensa de los derechos humanos, pero siempre eludió dar explicaciones en detalle sobre un capítulo crucial de su pasado: su accionar durante los sangrientos años 70 y las razones concretas que lo llevaron a estar preso hasta 1982. Ese silencio alimentó durante años distintas versiones que lo vincularon con un atentado con bomba en el bar Ibérico, ocurrido el 4 de julio de 1975, que dejó dos muertos y varios heridos y recordado está semana por cuentas de redes sociales cercanas al gobierno de Javier Milei.
REALPOLITIK accedió al acta judicial de 1977 que otorga el sobreseimiento a Nora Graciela Iturraspe, pero no a Jorge Taiana, motivo por el cual el ahora candidato permaneció encarcelado. En el documento, junto al memorial de defensa de Taiana, se reconstruyen las actuaciones del caso.
El documento se encuentra dentro de un amparo iniciado por Iturraspe en 2020 ante el fuero contencioso administrativo federal, en el que solicitaba agilizar el cobro de su pensión como ex-presa política, y hoy funciona como una llave que abre la puerta a los hechos reales.
La detención: en plena democracia y con su padre recién salido del gobierno
El procedimiento que cambiaría el destino de Jorge Taiana quedó registrado en la causa penal Nro. 11.120, caratulada “Taiana, Jorge Enrique y otros/ Infracción ley 20.840”. Según el expediente, la Policía Federal Argentina realizó un allanamiento en el departamento “B” del piso 9° del edificio ubicado en Malabia 3124/26, hoy República Árabe Siria, en pleno corazón de Palermo.
La operación culminó con la aprehensión de los entonces cónyuges -Jorge Enrique Taiana y Nora Graciela Iturraspe de Taiana- y con el secuestro de armas, proyectiles, explosivos y documentación. El episodio ocurrió el 27 de junio de 1975, durante el gobierno democrático de Isabel Perón, tres meses antes de que la organización Montoneros regresara a la clandestinidad y declarara la “guerra abierta” contra las autoridades constitucionales.
Por entonces, Taiana tenía veinticinco años y se había desempeñado hasta pocos meses antes como secretario privado de su padre, el entonces ministro de Educación Jorge Alberto Taiana, figura cercana a Juan Domingo Perón y su médico personal. El vínculo político y familiar quedó en el centro de la escena cuando, en agosto de 1974, el ministro presentó su renuncia, tras ser acusado de mantener un “gabinete montonero” en la cartera educativa, debido a las relaciones políticas de su hijo.
Aún faltaban diez meses para el golpe de estado de 1976, durante los cuales la espiral de violencia política se intensificaría hasta volverse incontrolable, marcando uno de los períodos más convulsos de la historia argentina reciente.
El allanamiento: granadas bajo la cuna del bebé
El expediente describe con detalle el operativo que derivó en el secuestro de un verdadero arsenal: revólveres, balas, cartuchos y explosivos ocultos en distintos sectores del departamento.
El hallazgo más dramático, narrado con crudeza en el expediente, fue un “cazabobos” —un artefacto explosivo improvisado— colocado, según el documento público, debajo de la cuna de Nicolás, el primer hijo del matrimonio, que por entonces tenía poco más de un año. El documento señala que, “al ser manipulado, el artefacto se activó de inmediato”, por lo que debió de intervenir la Brigada de Explosivos.
Según el informe, se hallaron cuatro granadas, cuatro kilos de pólvora aluminizada, dos detonadores eléctricos y sistemas de iniciación para armas y otros explosivos. También se secuestró documentación: sellos, chapas de auto y ejemplares de “evita montonera”, lo que agravó la acusación.
El documento, hoy de acceso público, fue presentado por la propia Iturraspe como prueba en ese expediente judicial, lo que permitió que la resolución original quedara incorporada y su contenido se conociera en detalle.
La declaración de Taiana ante la Justicia
Frente a la evidencia, la declaración de Jorge Taiana fue una negativa casi total. Aseguró desconocer la procedencia de los explosivos y del resto del material hallado, salvo una pistola Burgo calibre .22, que —según dijo— conservaba para su defensa personal y para cazar en un campo de familiares de su esposa.
Reconoció como suyos los documentos personales y los de Iturraspe, pero negó relación con otras credenciales que tenían su fotografía. Además, su mujer negó de manera categórica cualquier vínculo de ella y de su exesposo con la organización Montoneros.
Pese a sus dichos, documentos del Movimiento Montonero en el exilio mencionan explícitamente a Taiana entre los detenidos por los que la organización, ya convertida en “ejército popular” pedía su liberación.
En la revista Vencer, órgano oficial de Montoneros en el exilio publicado en 1979, se incluyó su nombre en una lista titulada “Por la libertad de los compañeros de la JPM (Juventud Peronista Montonera)”, junto a dos futuros diputados, Dante Gullo y Carlos Kunkel.
El texto afirmaba que “miles de firmas han sido recogidas en todo el mundo exigiendo garantías de vida y la liberación de los compañeros Juan Carlos Dante Gullo, Roberto Ahumada, Carlos Kunkel y Jorge Taiana (hijo)”.
La publicación agregaba que partidos socialdemócratas, comunistas y democristianos “han suscripto documentos en solidaridad con la resistencia del pueblo argentino”, señalando esos nombres como ejemplo de la represión militar en el país.
Luego de su reclusión, Taiana denunció haber sido torturado y mantenido en condiciones inhumanas. En 2010, fue querellante en la causa de lesa humanidad “Unidad 9 I”, que investigó los crímenes cometidos en la cárcel de La Plata durante la dictadura.
El juicio documentó los casos de noventa presos políticos, de los cuales cinco fueron asesinados, dos murieron bajo tortura y tres permanecen desaparecidos.
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