La Casa Blanca busca echar a la gobernadora del banco central por presunto fraude hipotecario antes de la decisión sobre tasas de interés.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intensificó su batalla legal contra la Reserva Federal (Fed) al renovar ante un tribunal de apelaciones su pedido para destituir a Lisa Cook de la junta de gobernadores del banco central estadounidense, en un movimiento sin precedentes que coincide con la inminente reunión sobre política monetaria de la Fed este miércoles.
En una presentación realizada este domingo, los abogados del mandatario estadounidense argumentaron ante el Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos para el Distrito de Columbia que los fundamentos legales esgrimidos por Cook para mantener su cargo “carecen de sustento jurídico”.
La disputa se enmarca en un contexto de alta tensión por varios motivos. Por un lado, porque forma parte de la estrategia de Trump para tener en 2026 un banco central alineado a sus intereses. Por el otro, porque la Fed se prepara para decidir esta semana si recorta su tasa de interés de referencia, medida que la mayoría de los analistas anticipan será de 25 puntos básicos.
Un caso inédito en más de un siglo
Este enfrentamiento marca un hito en la historia del sistema financiero estadounidense: es la primera vez en los 112 años de existencia de la Reserva Federal que un presidente intenta destituir a un miembro de su directorio, desafiando la tradicional independencia de la institución monetaria.
“El público y el ejecutivo comparten un interés en garantizar la integridad de la Reserva Federal”, sostuvieron los letrados de Trump en su última presentación. “Y eso requiere respetar la autoridad estatutaria del presidente para destituir a los gobernadores ‘por causa’ cuando surja dicha causa”.
Las acusaciones de fraude inmobiliario
El conflicto se originó cuando Bill Pulte, designado por Trump para dirigir la agencia reguladora de las firmas hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac, acusó a Cook de cometer fraude hipotecario. Según las denuncias, la funcionaria habría declarado falsamente que tanto una propiedad en Atlanta como una casa en Ann Arbor, Michigan; ambas adquiridas en junio de 2021; constituían su “residencia principal”.
Pulte elevó una denuncia penal al Departamento de Justicia, que abrió una investigación sobre el caso. Trump utilizó estas acusaciones como fundamento para despedir a Cook “por causa justificada”.
Sin embargo, documentos obtenidos por AP revelan inconsistencias en la versión oficial: Cook se refirió al condominio como una “casa de vacaciones” en una estimación de préstamo y como “segunda casa” en un formulario de autorización de seguridad, caracterizaciones que podrían debilitar las afirmaciones de fraude.
La respuesta judicial y el timing político
Cook, quien se convirtió en la primera mujer afroamericana en integrar la junta de gobernadores de la Fed, no se quedó de brazos cruzados. Demandó a la administración Trump para bloquear su destitución y obtuvo una victoria inicial: un juez federal dictaminó el martes que su remoción era ilegal y ordenó su reincorporación inmediata.
La defensa de Cook argumentó el sábado que la Casa Blanca “no ha demostrado causa suficiente para despedirla” y alertó sobre los riesgos económicos e institucionales de permitir que un presidente remueva gobernadores de la Fed sin justificación adecuada.
El timing de esta batalla legal no es casual. La administración Trump apeló el fallo y solicitó una decisión de emergencia precisamente antes de la reunión de la Fed de esta semana, en lo que se interpreta como un intento de influir en la composición del directorio antes de la crucial votación sobre tasas de interés.
Este episodio representa el esfuerzo más audaz de la Casa Blanca para moldear la históricamente independiente Reserva Federal, generando inquietudes en los mercados sobre la autonomía de la política monetaria estadounidense en la era Trump.
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