El clan D’Angelo, marcado por causas de corrupción y vínculos con prostíbulos durante la jefatura policial de Amadeo, volvió al poder de la mano de Axel Kicillof con la designación de su hijo Patricio como subsecretario en Transporte.
A comienzos de año, el gobernador Axel Kicillof incorporó a su gabinete a un apellido marcado por la polémica. A través del decreto publicado el 3 de enero de 2025, el mandatario bonaerense designó a Patricio David D’Angelo Campos como subsecretario Técnico, Administrativo y Legal del ministerio de Transporte de la provincia de Buenos Aires.
La llegada de Patricio D’Angelo a un cargo de poder reactualiza el historial oscuro de un clan familiar que, pese a sus antecedentes judiciales y escándalos públicos, se mantiene enquistado en la estructura estatal desde hace décadas.
El padre, un comisario caído en desgracia
El patriarca del clan, Amadeo D’Angelo, fue jefe de la Policía Bonaerense a comienzos de los 2000, hasta que su nombre quedó involucrado en una megacausa de cohecho y connivencia con redes de prostitución en el conurbano norte.
Una investigación judicial reveló 4 millones de cruces de llamadas entre prostíbulos, funcionarios municipales y la jefatura de zona que él encabezaba. En la célebre “libreta negra” de Vicente Serio, proxeneta condenado por explotación de mujeres, aparecían pagos regulares a la departamental a cargo de D’Angelo.
El escándalo terminó con su renuncia en abril de 2002, tras un allanamiento en su vivienda de Quilmes donde se secuestró documentación sospechada de probar enriquecimiento ilícito.
Además, el ex comisario fue duramente cuestionado por sus declaraciones discriminatorias: planteó la idea de “rodear las villas para que no salgan los delincuentes” y afirmó que “muchos jóvenes son sinónimo de delito”. El entonces titular del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), Eugenio Zaffaroni, lo definió como “ideológicamente un nazi” y pidió su destitución. De hecho, sus expresiones le merecieron el repudio de la Cámara de Diptuados de la provincia de Buenos Aires.
Hoy, retirado, percibe más de 2,5 millones de pesos mensuales de la Caja de Retiros, Jubilaciones y Pensiones de la Policía Bonaerense.
La madre y la hermana, otra pata del entramado
La madre, Mirta Silvia Campos, también hizo carrera dentro del estado provincial, particularmente en la dirección General de Cultura y Educación. Actualmente cobra su jubilación a través del Instituto de Previsión Social Buenos Aires (IPS).
La hermana, Flavia D’Angelo Campos, es una funcionaria infaltable en el organigrama municipal de Quilmes. Desde 2018 ocupa distintos cargos en la gestión local, con un paso en 2021 por la defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires que conduce Guido Lorenzino. En 2022 volvió al municipio como subsecretaria de Presupuesto y en 2023 se lanzó como candidata a concejal en la lista de la intendente Mayra Mendoza.
Un apellido que siempre vuelve
La designación de Patricio D’Angelo Campos en el gabinete de Kicillof no es un hecho aislado: es la confirmación de que, en la política bonaerense, los antecedentes judiciales y las denuncias públicas no alcanzan para frenar la continuidad de los mismos nombres en la administración pública.
El clan D’Angelo vuelve a ocupar un lugar estratégico en la gestión provincial, a pesar de su historia marcada por corrupción, discriminación y redes de privilegio estatal.
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