El Presidente apunta a reunir en 2026 a los principales referentes de la derecha latinoamericana para fortalecer un bloque ideológico que respalde la libertad.
El presidente Javier Milei avanza en la proyección internacional de su agenda política y económica con un objetivo ambicioso para 2026: convocar en la Argentina una cumbre regional que reúna a los principales líderes de la derecha latinoamericana alineados con la visión liberal-conservadora que impulsa su gobierno y con el esquema geopolítico que encarna el republicano Donald Trump en Estados Unidos, principal aliado estratégico de la administración libertaria.
Según se pudo saber a través de una fuente de alto nivel con acceso al despacho presidencial, el mandatario madura una iniciativa todavía incipiente pero de fuerte contenido simbólico y político: dar forma a un encuentro que nuclee a los máximos exponentes regionales defensores de la libertad económica, la propiedad privada y la apertura de los mercados, con el objetivo de consolidar una alianza estratégica que funcione como contrapeso frente a los gobiernos populistas que, en la mirada oficial, han condicionado el desarrollo de América Latina durante las últimas décadas.
Desde la llegada de Milei al sillón de Rivadavia, la Casa Rosada observa con expectativa los recientes triunfos electorales de dirigentes con afinidades ideológicas similares. Estos resultados alimentan la intención del Gobierno de articular una red de aliados que amplifique el discurso liberal y permita neutralizar la influencia del populismo en la región, una corriente duramente cuestionada por el Presidente desde el inicio de su mandato.
Aunque aún no hay una fecha definida y el Ejecutivo expresa el deseo de que la Argentina oficie como sede del encuentro, en la administración libertaria anticipan que se intensificarán los contactos diplomáticos para concretar la voluntad presidencial de reunir a figuras como José Antonio Kast (Chile), Rodrigo Paz (Bolivia), Daniel Noboa (Ecuador) y Santiago Peña (Paraguay). También podría sumarse el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, con quien Milei mantiene un vínculo aceitado, además del dirigente peruano José Jeri.
Con varios de estos referentes, el Presidente ya logró sellar encuentros bilaterales orientados a acercar posiciones y fortalecer la cooperación política. En los últimos meses, además, protagonizó visitas estratégicas con la intención de consolidarse como uno de los principales exponentes del bloque conservador regional.
El impulso político tomó mayor volumen tras la victoria del recientemente electo presidente de Chile, quien visitó la Casa Rosada al día siguiente de imponerse en la segunda vuelta frente a la candidata oficialista Jeannette Jara con casi el 60% de los votos. El resultado fue celebrado por el oficialismo argentino como una señal inequívoca de cambio de rumbo en América del Sur, aunque también generó críticas por parte de funcionarios del gobierno de Brasil.
En ese contexto, Milei replicó en su cuenta de Instagram un mensaje que no pasó desapercibido: “La izquierda retrocede. La Libertad Avanza”, acompañado por un mapa en el que Ecuador, Perú, Bolivia, Paraguay, Chile y la Argentina aparecían diferenciados como el “progreso”, mientras que Brasil, Colombia y Venezuela eran representados como asentamientos, en una clara lectura política del escenario regional.
La visión estratégica del Presidente también quedó plasmada durante su exposición en la Cumbre del Mercosur, realizada el 20 de diciembre en Foz de Iguazú, ante la atenta mirada de su par, el dictador brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. Allí, Milei fue crítico del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela y elogioso de la política exterior de Donald Trump.
“La nueva Sudamérica llega desde el futuro. Está en este bloque decidir si va a moverse con este viento de cola o aferrarse al mástil del pasado para luchar contra el cambio que nuestros países necesitan y exigen”, sentenció el mandatario, en un nuevo intento por cuestionar las restricciones comerciales del bloque regional, ahora con un respaldo político mayor.
En la administración libertaria aseguran que Milei se impone como “el líder natural” de esta potencial alianza ideológica, que —aclaran— no tendría un carácter institucional formal. El intercambio coordinado, explican, podría materializarse durante 2026, aunque por el momento se trata de una idea en desarrollo que terminará de tomar forma con el correr del próximo año.
“Los recientes acontecimientos en la región confirman que este cambio de rumbo no es aislado. La victoria de José Antonio Kast en Chile expresa una clara demanda social por economías más competitivas, abiertas y flexibles, capaces de generar crecimiento genuino a partir del trabajo, la inversión y la libertad económica”, sostuvo Milei ante Lula da Silva (Brasil), Yamandú Orsi (Uruguay), Santiago Peña (Paraguay) y representantes de Ecuador, Chile, Bolivia, Perú y Colombia.
Una línea similar trazó el Presidente en la edición de enero de 2025 del Foro Económico Mundial de Davos, donde destacó la coordinación con líderes afines como Giorgia Meloni (Italia), Nayib Bukele (El Salvador), Viktor Orbán (Hungría), Benjamín Netanyahu (Israel) y Donald Trump (Estados Unidos).
Incluso, según se supo, se exploraron contactos preliminares para avanzar en una articulación conjunta que diera lugar a una especie de Liga de Naciones Conservadoras, pensada para librar de manera coordinada la batalla cultural en defensa de la propiedad privada, el capitalismo y las ideas de la libertad. Aunque la iniciativa no prosperó, dejó en evidencia la vocación del Gobierno argentino de liderar un nuevo eje ideológico regional y global.
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