Los primeros diez días luego del triunfo de Javier Milei en las elecciones de medio término fueron tranquilos, una buena noticia para el gobierno. Aprovechó para moldear todos los cambios en el gabinete, atendiendo cada una de las necesidades y zanjando como pudo las internas que se mantienen en el mismo. Quedan dos o tres lugares importantes aún por confirmar, pero la tendencia está echada y nadie quiere volar todo por los aires. Es la casa común y todos con mayor o menor humor, apuestan a vivir allí.
El primer damnificado de todo esto es el ex presidente Mauricio Macri que equivocó la resolución de su ambición y sus posibilidades reales y terminó estrolado contra los muros como Franco Colapinto el año pasado en Brasil. Mientras tanto Diego Santilli era entronado por el actual gobierno en un puesto clave como lo es el Ministerio del Interior, y desde allí tendrá que remar los dos años (¿nada más?) de destrato oficialista. No quedó cómodo por ahora Cristian Ritondo pero seguramente acomodará la carga con el trajín de lo que viene en el Congreso. Y la dupla intentará coronar su paquete.
Ese desafío es todo para el gobierno, si no pasa el paquete el triunfo de octubre habrá sido inútil. Y no es tan fácil, están con los números apretados y entendiendo que en esa casa es donde se hace fuerte una oposición que no lastima desde ningún otro lugar. Veremos cómo se reacomodan los precipitados dialoguistas provinciales, si eso será automático, o paso a paso, y si llegarán a buen puerto. Existe varias posturas en ese interior que Milei desconoce absolutamente a pesar de ser un líder nacional. Empezó de manera relativamente exitosa con el dictamen del Presupuesto 2026 y con la validación en el Senado de los cambios para los DNU.
Diego Santilli es por lejos la figura más profesional que presenta el elenco oficial en su portafolio. Por el pasado peronista con todo lo que ello implica en este país, por la agenda que maneja de toda su trayectoria desde el Pro en la Ciudad de Buenos Aires y también en términos parlamentarios tanto locales como nacionales, por todo ello, por ser casta en la edad justa, Santilli es la carta ganadora de Milei. Con algunas reservas. Veamos.
Para el caso que Luis “Toto” Caputo quiera seguir haciendo carry mientras aplasta un dólar aquí pero que vuela emigrando desde oficinas de nuestro país o en las vacaciones en el exterior de los pudientes, mientras Estados Unidos haga la vista gorda y siga tapando con una especulación financiera perfecta (para ellos) todos los agujeros que esta política genera tal como lo hizo antes de la elección de octubre, mientras se conjuguen los intereses del FMI y del Tesoro norteamericano para plata fresca, mientras nadie piense otro modelo de país y lo proponga abiertamente ante la gente, Milei irá transitando este período con relativa tranquilidad ante la debilidad y las necesidades de todo el espectro opositor, sobre todo algunas provincias.
La obra pública y las transferencias discrecionales a cada una de ellas, serán las principales herramientas que debería gozar Santilli para ser eficaz en su tarea. El esquema anterior en el que prometían Eduardo “Lule” Menem en el terreno, su primo Martín en Diputados y Guillermo Francos desde la jefatura de Gabinete es una bala gastada. Así fueron los dos primeros años y terminó como todos vimos. El sabor a victoria del 26 de octubre debería recordar esos últimos 30 días antes de los comicios y no repetir errores. Todo era un tembladeral y el pueblo con su instinto de supervivencia y tratando de evitar una nueva frustración masiva, les brindó la oportunidad de seguir y corregir. Santilli debe reiniciar con éxito la nueva etapa, si Milei y Toto Caputo le cumplen en lo económico.
Esta demás decir que la ganadora en esta etapa es Karina, que se recibió de “política” en esta elección abandonando la repostería para siempre, molestando cada vez más la cabeza del calabrés que, por su propia condición, esperará su momento.
Jorge, el primo, mientras tanto ha surfeado el peor año en la historia del Pro algo mejor que Mauricio. La posibilidad de gobernar el distrito monegasco de Argentina le brinda mayores posibilidades que deberá administrar correctamente para no renguear en el trayecto final del mandato. La reelección parece difícil pero no imposible, habrá que ver como se desarrolla la convivencia con el gobierno nacional. La Libertad Avanza quiere todo, pareciera que de ellos depende. Veremos, CABA es una isla.
Santiago Caputo no es el gran perdedor de esta movida. Primero por los aportes que hizo ahora para el triunfo del oficialismo y después, porque es un imprescindible en este experimento ya que en su momento guionó su acceso al poder. El ida y vuelta con Karina no es medida en este punto, no hay exclusividad. Nadie podrá quitarles a los hermanos el poder. Lo tenían y lo ratificaron. Se lo hicieron saber y el joven entiende. Sabe cuándo avanzar y cuando replegarse, en un gobierno tan cruel con la gente como con sus propios defensores y funcionarios. Sólo debe calmar a su barra brava a la hora de sabotear decisiones que le exceden. Este experimento Milei es una carnicería, o más bien es solo la picadora de carne, ya que la góndola está vacía de otros cortes.
La pelota ahora está en la cancha del gobierno que apura las tres reformas, previsional, laboral y tributaria al tiempo que intentará coronar con éxito su primer presupuesto desde que gobierna. El mismo irá en línea con el originario DNU 70, veremos qué sale de este complejo combo en el Congreso. Tarea de extraordinarias.
En la próxima entrega nos ocuparemos de lo que sucede enfrente con el peronismo y la CGT, si estos deciden mirar alguna vez la micro de la gente y proponen soluciones para adelante y dejan de llorar épocas pasadas que caducaron. Volveremos sí, a escribir la semana que viene.
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