La victoria de La Libertad Avanza puso fin a los intentos golpistas del kirchnerismo para destruir al gobierno.
Argentina, gracias al exitoso pograma económico del Gobierno de Javier Milei, ingresó al año 2025 con un escenario económico que mostraba una fuerte recuperación y un optimismo creciente en los mercados.
Tras un año de reformas estructurales, la economía comenzaba a dejar atrás la crisis generada por el kirchnerismo y a recuperar niveles de actividad, empleo y consumo que no se veían desde hacía tiempo. La combinación de equilibrio fiscal, desregulación y baja del gasto público sentó las bases para un crecimiento sostenido que, en los primeros meses del año, se reflejó en todos los indicadores.
Un fuerte crecimiento económico
Tras haber tocado su punto más bajo en abril del año anterior, la actividad comenzó a crecer con fuerza. Diciembre de 2024 cerró con una expansión del 6,6% interanual, y en el primer trimestre de 2025 el crecimiento alcanzó el 6%.
Para el segundo trimestre, la economía ya avanzaba al 8% anual, acompañada por una marcada baja de la inflación, una recuperación del empleo y una reducción significativa de la pobreza y la indigencia. En total, 12 millones de personas salieron de la pobreza y 6 millones dejaron de estar en situación de indigencia.
Ese contexto de mejora sostenida colocó al país en una senda de estabilidad inédita en años recientes, consolidando el objetivo de déficit cero y generando expectativas por la vuelta del país hacia los mercados internacionales.
Los ataques del kirchnerismo
Sin embargo, cuando el programa económico comenzaba a consolidarse, el Congreso, controlado por el kirchnerismo y otras fuerzas opositoras, inició un proceso de desestabilización, mediante la aprobación de una serie de leyes deficitarias y golpistas, con el objetivo de destruir al Gobierno de Milei.
Las iniciativas parlamentarias de la oposición implicaban fuertes incrementos del gasto y modificaciones que amenazaban con romper el equilibrio fiscal, pilar del programa económico del gobierno. En respuesta, el presidente vetó todas esas normas para preservar el déficit cero, pero la posterior aprobación legislativa generó tensión en los mercados.
La incertidumbre generada, definida por Milei como “riesgo kuka“, se tradujo en un aumento gradual del riesgo país y del dólar, elevando las tasas de interés y descoordinando el ahorro y la inversión. Esa situación financiera frenó la dinámica de crecimiento que la economía argentina traía desde principios de año.
La derrota de LLA en septiembre
En ese clima de tensión política, el pasado 7 de septiembre, La Libertad Avanza sufrió una dura derrota en la provincia de Buenos Aires. El peronismo se impuso por más de 13 puntos, impulsado por su aparato territorial en el Conurbano.
El revés electoral tuvo un efecto inmediato sobre el mercado y las expectativas: las acciones se derrumbaron, los bonos cayeron, subió el dólar, aumentó la volatilidad financiera y se instaló un clima de miedo por la continuidad del programa del gobierno.
El relanzamiento de la campaña
Lejos de retroceder, el presidente Milei redobló la apuesta. El 6 de octubre encabezó un multitudinario acto en el Movistar Arena de Buenos Aires ante más de 15.000 personas.
Allí presentó su libro La Construcción del Milagro en un evento de tono rockero, donde combinó un discurso político, la música y una puesta en escena poco habitual para la política argentina. La jornada marcó el relanzamiento de una campaña electoral que buscaba recuperar la iniciativa y la confianza de la gente.
En las semanas siguientes, Milei recorrió numerosas provincias, incluyendo Buenos Aires, Mendoza, Córdoba, Chaco, Corrientes y Santa Fe, donde cerró la campaña, impulsando nuevamente el apoyo popular.
La aplastante victoria de LLA en octubre
El esfuerzo dio resultados contundentes. El 26 de octubre, contra todo pronóstico, La Libertad Avanza arrasó en las elecciones legislativas nacionales con el 40,6% de los votos. El oficialismo ganó en la mayoría de las provincias y amplió su representación en el Congreso, asegurando un mayor respaldo político no solo para avanzar con las reformas estructurales pendientes, sino para evitar la aprobación de futuras iniciativas deficitarias y golpistas.
La respuesta del mercado fue inmediata y eufórica. Durante la semana posterior a la victoria, el índice Merval alcanzó máximos históricos, con una suba acumulada del 44%. El riesgo país se derrumbó hasta su nivel más bajo en nueve meses, y las acciones argentinas en Wall Street registraron incrementos superiores al 40%.
Este nuevo escenario consolidó el liderazgo político de Javier Milei y marcó el inicio de una nueva etapa para la política y economía argentina. La tasa de interés comenzó a caer nuevamente y el país retomó la senda del crecimiento, con el respaldo de los mercados y un horizonte político despejado.
Tras un año de reformas profundas, tensiones institucionales y desafíos económicos, la aplastante victoria electoral confirmó que el rumbo iniciado por el presidente argentino en 2023 cuenta con el apoyo mayoritario de la sociedad.
Derechadiario.com











