El nuevo jefe de Gabinete agradeció la confianza de Javier y ratificó su compromiso con el programa de reformas.
En su primera declaración pública como jefe de Gabinete de Ministros, Manuel Adorni dejó en claro que el eje de la nueva etapa del gobierno libertario será la profundización de las reformas estructurales que impulsa el presidente Javier Milei desde el inicio de su gestión. El economista y ex vocero presidencial expresó su compromiso con la continuidad del programa de transformación y su reconocimiento al liderazgo del mandatario.
“Quiero agradecer profundamente al Presidente de la Nación Javier Milei por haberme elegido como su Jefe de Gabinete de Ministros para esta nueva etapa, donde profundizar las reformas estructurales será prioridad”, manifestó Adorni a través de un comunicado publicado en la red social X. La frase, que rápidamente generó repercusión en los medios y redes, sintetiza el objetivo de esta segunda fase del gobierno: consolidar el rumbo reformista sin concesiones.
El funcionario destacó además la labor de su antecesor, Guillermo Francos, a quien calificó como un referente de la gestión y el diálogo político: “Es un honor y una verdadera responsabilidad continuar con el enorme trabajo que llevaba adelante Guillermo Francos”. Con ese gesto, Adorni buscó dejar en claro que su llegada no implica ruptura, sino continuidad y profundización de una agenda económica y política que ya mostró resultados tangibles.
Otro pasaje central del comunicado fue su agradecimiento a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, a quien consideró pieza clave en el esquema de poder libertario: “Gracias también a la Secretaria General de la Presidencia Karina Milei por la confianza y el apoyo permanente”. La mención fue interpretada como un gesto político de alineamiento con el núcleo más influyente del Gobierno, encabezado por el propio Presidente y su hermana.El cierre de su mensaje retomó el sello identitario del mileísmo, al apelar a la frase que define la épica de la actual administración: “Que Dios bendiga a la República Argentina y que las fuerzas del cielo nos acompañen”. Con esas palabras, Adorni reafirmó la dimensión moral y simbólica del proyecto libertario, que busca combinar un enfoque técnico en la gestión con una convicción ideológica inquebrantable.
El mensaje de Adorni fue interpretado dentro y fuera del oficialismo como una ratificación de la hoja de ruta trazada por Milei desde su llegada a la Casa Rosada. La idea de “profundizar las reformas estructurales” no sólo alude al plano económico —donde el Ejecutivo avanza con desregulaciones, equilibrio fiscal y reducción del gasto público—, sino también al reordenamiento político e institucional que el Presidente busca consolidar en su segundo año de mandato.
Desde el entorno presidencial destacaron que la designación de Adorni representa “una apuesta por la eficiencia, la disciplina comunicacional y la coherencia ideológica”, tres características que definieron su paso por la vocería oficial. Su cercanía con el jefe de Estado y su estilo directo, valorado tanto por la militancia como por el electorado libertario, lo posicionan como un hombre de máxima confianza para coordinar el trabajo de los ministerios y sostener la narrativa del cambio.
Al agradecer a Javier y Karina Milei, y al reivindicar el rol de Francos, Adorni articuló en pocas líneas la arquitectura interna del poder libertario: lealtad, continuidad y determinación. Su frase central —“profundizar las reformas estructurales será prioridad”— no fue una mera formalidad, sino una declaración de principios que anticipa un gabinete orientado a acelerar los tiempos de la transformación económica y administrativa del Estado.
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