Opositores de Passerini buscan irregularidades mientras oficialistas temen impactos del reordenamiento municipal
El proyecto del Presupuesto de la capital cordobesa avanza hacia el Concejo en medio de un clima cargado de dudas que crece por la falta de detalles oficiales sobre su contenido. Las versiones que circulan entre los bloques solo aumentan la sensación de desconcierto, porque cada sector intenta interpretar señales que nunca terminan de confirmarse. Esta combinación mantiene a todos atentos al momento en que el texto ingrese para iniciar un análisis que se anticipa intenso.
En el Palacio 6 de Julio trabajan contra reloj para pulir lo último antes de enviar el proyecto, que llegará con plazos muy justos para su revisión técnica. El Ejecutivo prevé presentarlo ante la Comisión de Economía, que deberá organizar su agenda a pesar de los feriados y del escaso margen reglamentario. Esta situación alimenta la preocupación de las bancadas, que alertan sobre la dificultad de revisar un documento tan amplio en lapsos tan reducidos.
Una vez ingresado, el paquete económico iniciará un recorrido que incluye debate en comisión, tratamiento en primera lectura y posterior análisis en Audiencia Pública. Ese proceso continuará luego con un retorno al recinto para su aprobación definitiva, siguiendo el procedimiento fijado por la Carta Orgánica. La extensión de las sesiones permitirá completar ese itinerario, aunque persisten dudas sobre la claridad con la que se expondrá cada punto del proyecto.
Tensiones políticas y temores internos en la previa al debate
Entre los opositores crece la molestia por la negativa oficialista a entregar el Presupuesto en formatos digitales que faciliten su revisión detallada. Consideran que analizar cientos de páginas sin herramientas informáticas ralentiza el trabajo y limita su capacidad de detectar inconsistencias relevantes. A eso se suma la reiterada entrega tardía del proyecto, que cada año complica la preparación técnica de los equipos legislativos.
Los bloques minoritarios sospechan que el Ejecutivo buscará un efecto político similar al de anuncios fiscales anteriores, que tuvieron un fuerte impacto mediático. Por eso esperan con atención posibles cambios en tasas menores o decisiones que puedan presentarse como medidas de alivio ante la opinión pública. Sin embargo, su principal foco estará en la actualización de tributos clave, que no deberían superar las proyecciones inflacionarias previstas.
Dentro del oficialismo también se percibe inquietud, porque el intendente anunció ajustes y un reordenamiento que podría modificar estructuras internas sensibles. Algunos temen quedar involucrados en recortes que aún no fueron explicados en detalle y que generan un clima de especulación constante. A esas dudas se suman los permanentes rumores sobre movimientos en áreas municipales, que mantienen en vilo incluso a quienes integran el espacio gobernante.
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