El expresidente presionó para que su colega comunista le saque la residencia a Fabiola y se tenga que volver a Argentina
El conflicto entre Alberto Fernández y Fabiola Yáñez pasó incluso al plano internacional: España revocó la autorización de residencia de la ex primera dama luego de un procedimiento iniciado a pedido del propio violento expresidente argentino.
La decisión fue dada a conocer por Alberto en sus redes sociales, donde publicó la resolución oficial de la Dirección General de Gestión Migratoria y acusó a Yáñez de haber obtenido el permiso mediante “irregularidades”.
“Durante más de un año reclamé como padre ante las autoridades del Reino de España”, escribió el hipócrita de Fernández. “España me escuchó, revisó la documentación y extinguió la autorización otorgada. Los hechos son claros”, agregó, en un mensaje que profundizó la tensión pública entre ambos.
Como fue el proceso que terminó con la extinción del permiso
El documento difundido por Alberto muestra que la autorización de residencia —concedida el 19 de febrero bajo la categoría de “profesional altamente cualificada”— quedó bajo revisión el 24 de octubre, cuando el expresidente logró abrir un procedimiento de extinción.
Migraciones otorgó un plazo de diez días hábiles para que Yáñez presentara alegaciones o documentación adicional. Al no recibir ninguna presentación, resolvió extinguir la autorización, aunque Fabiola aún puede recurrir: el Gobierno español señaló que tiene un mes para apelar la decisión.
La publicación de Alberto llegó pocas horas antes de que saliera al aire la visita de Fabiola Yáñez al programa de Mirtha Legrand. Allí, la ex pareja de Alberto aseguró que había accedido a la visa mediante contratos de trabajo en OK Diario. Su residencia en España estaba garantizada hasta 2028.
Sobre su estadía en Madrid
Tras dejar el poder en diciembre de 2023, Alberto y Fabiola se mudaron a Madrid junto a su hijo Francisco, entonces de un año y medio. El expresidente regresó a la Argentina a fines de febrero, mientras Yáñez permaneció en España con el niño.
Meses después, la situación explotó: la exprimera dama denunció a Fernández por violencia de género en la justicia federal. Paralelamente, gestionó —a través del empresario Ramiro Iturralde Ale— una residencia inicial para ella y su hijo bajo la categoría de “profesionales altamente cualificados”, una herramienta pensada para graduados y postgraduados que buscan estabilidad laboral y migratoria.
Su regreso a la Argentina, dijo luego, respondió a un problema de salud de un familiar y a que “en España nos empezaron a prohibir vivir como vivíamos”. Aseguró que no podía quedarse sola en Madrid con su hijo y que por razones de fuerza mayor tuvo que volver.
El punto de inflexión en la tensión se dio cuando Alberto publicó en Instagram una foto del reencuentro con Francisco en una habitación decorada con objetos de Argentinos Juniors. “El amor es más fuerte. El regreso de Francisco me llenó de felicidad. Nos abrazamos, nos llenamos de amor, nos reímos, como debe ser entre un padre y un hijo”, escribió impasible el expresidente que violentaba a la madre de su hijo.
Ese posteo formó parte del proceso de “revinculación asistida” que ya se había iniciado de forma virtual mientras el niño estaba en Madrid.
Días después, Yáñez expuso públicamente a Alberto por intentar “sacarle la tenencia”, no haberle garantizado nunca un techo para su hijo, y llevar la revinculación a un fuero inadecuado para casos de familia, vulnerando —según sostuvo— los derechos del menor.
Con la autorización extinguida, Yáñez deberá definir si apelará o si quedará sin posibilidad de retomar una residencia estable en Madrid. Mientras tanto, el conflicto continúa escalando y promete nuevos capítulos tanto en tribunales como en los medios.
Derechadiario.com

























