La jueza Dolly Fernández determinará las penas que corresponderán a cada uno de los seis condenados.
El tramo final del juicio por el asesinato de Cecilia Strzyzowski ingresó este miércoles en una instancia clave, en donde la jueza técnica Dolly Fernández determinará las penas que corresponderán a cada uno de los seis condenados.
Aunque se trata de un proceso formal y acotado, destinado a escuchar los argumentos de las defensas antes de fijar los montos de condena, la jornada comenzó con un fuerte planteo del clan Sena, que pidió anular el juicio y acusó al jurado popular de haber actuado bajo una supuesta “presión mediática y social“.
En la sala estuvieron presentes los kirchneristas César Sena, Marcela Acuña, Gustavo Obregón, Fabiana González y Gustavo Melgarejo, mientras que Emerenciano Sena optó por no asistir. Desde el inicio, la estrategia defensiva giró en torno a cuestionar al jurado que el 15 de noviembre declaró culpables a los Sena por el asesinato de Cecilia, desaparecida en junio de 2023 tras ingresar a la vivienda de sus suegros.
El planteo principal quedó en manos de Celeste Segovia, defensora de César Sena y exdiputada provincial que, en un giro llamativo, fue una de las impulsoras de la ley de Juicios por Jurado en Chaco en 2015.
Segovia sostuvo que el veredicto estuvo “viciado de nulidad” y que el proceso fue “un reflejo de la atmósfera social” más que una decisión fundada en las pruebas. “Mi defendido ya estaba condenado desde antes”, afirmó, al denunciar supuestas irregularidades durante las deliberaciones.
“El sistema de jurados solo funciona si ofrece garantías. Este no fue el resultado de una deliberación. Es a favor de las garantías constitucionales. Debe ser declarado nulo. Un juicio contaminado no puede producir resultado justo”, sostuvo en su exposición.
A estas objeciones se sumaron los demás defensores, quienes insistieron en que hubo una “condena mediática” que condicionó la objetividad del jurado, influido, según ellos, por la cobertura de medios locales y nacionales.
Más allá de los planteos, las defensas ya anticiparon que acudirán a casación para intentar revertir el fallo. Sin embargo, saben que las condenas más graves, las de César Sena y las de sus padres, Emerenciano Sena y Marcela Acuña, son ineludibles: todos fueron declarados culpables del asesinato como autor material y partícipes primarios, respectivamente, delitos cuya única pena posible es prisión perpetua.
La expectativa está puesta ahora en las condenas que recibirán los colaboradores del clan. Gustavo Obregón y Fabiana González fueron encontrados culpables de encubrimiento agravado: él por ayudar a trasladar el cuerpo de Cecilia hasta el campo donde fue incinerado; ella por retirar muebles con manchas de sangre de la vivienda familiar.
Este delito prevé entre uno y seis años de cárcel, y González ya pidió prisión domiciliaria por ser madre de un niño de dos años. En tanto, Gustavo Melgarejo, condenado por encubrimiento simple, recuperó la libertad por haber cumplido la pena durante la prisión preventiva. La única absuelta por el jurado fue Griselda Reinoso.
Las penas podrían conocerse recién el viernes, según estimaciones judiciales, culminando así un juicio que se extendió a lo largo de 14 audiencias y concluyó con más de diez horas de deliberación del jurado popular.
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