El presidente boliviano buscará reducir el gasto público, eliminar ministerios y cerrar empresas estatales.
En su discurso de asunción como presidente de Bolivia, el derechista Rodrigo Paz delineó las primeras líneas de su programa de gobierno y anunció la puesta en marcha de un “plan motosierra” inspirado en el modelo del mandatario argentino Javier Milei.
Durante la ceremonia realizada en la Asamblea Legislativa Plurinacional, Paz afirmó que Bolivia necesita un cambio profundo para superar dos décadas de gestión dominada por el Movimiento al Socialismo (MAS). En ese contexto, sostuvo: “Bolivia era socialista, socialismo del siglo XXII… Nosotros dijimos: vamos a poner a Bolivia en el mundo y que venga el mundo a Bolivia. Capitalismo para todos, capitalismo para producir, capitalismo para tener recursos”.
El mandatario explicó que su administración impulsará una reforma integral del Estado para reducir el gasto público, eliminar ministerios y cerrar empresas estatales consideradas ineficientes o creadas con fines partidarios.
“Impulsaremos una reforma del Estado que reduzca ministerios innecesarios y elimine cargos políticos. Todos aquellos ministerios y empresas que solo son pegas para los del partido, se van a cerrar”, afirmó ante legisladores, diplomáticos y jefes militares.
Con esta definición, Paz dio señales claras de que seguirá una línea de gestión similar a la del presidente argentino Javier Milei, reconocido a nivel mundial por los grandes resultados obtenidos en materia de equilibrio fiscal, reducción del gasto público, caída de la pobreza, fuerte baja de la inflación y crecimiento económico.
Su “plan motosierra” apunta a reproducir en Bolivia una estrategia de ajuste que busca terminar con el clientelismo político e implementar un sistema verdaderamente capitalista, luego de décadas de socialismo.
El nuevo jefe de Estado asume en un contexto económico desafiante, con un déficit fiscal elevado, reservas internacionales en caída y una economía marcada por la crisis, escasez de divisas y combustibles.
El discurso de Paz marca un fuerte cambio político en Bolivia tras veinte años de gobiernos del Movimiento al Socialismo (MAS), y posiciona al país dentro de una corriente derechista que ya tiene eco en otras naciones de la región. Con el anuncio de su plan motosierra, el mandatario apuesta a un cambio estructural inspirado en el caso argentino, considerado un ejemplo de recuperación económica.
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