Cura acabó condenado por abusador: la indignante frase que lanzó contra la piba
Se trata del sacerdote Daniel Armando Martín Bustamante, quien permanece detenido desde marzo. La víctima tenía 18 al momento del abuso y el caso llegó a un juicio oral.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°4 de Lomas de Zamora condenó a 9 años y medio de prisión al cura Daniel Amado Martín Bustamante, de 47 años, al encontrarlo culpable de “abuso sexual agravado con acceso carnal” contra una piba de 18 que acudía a la parroquia Nuestra Señora de Fátima. Otro de los casos policiales más impactantes de esta jornada.
El sacerdote permanece detenido desde marzo último, cuando se entregó a la Justicia luego de que se emitiera una orden de arresto en su contra.
El cura había sido imputado por “abuso sexual agravado con acceso carnal y abuso sexual gravemente ultrajante por haber sido cometido por un ministro de un culto, todo en contexto de violencia de género”.
Por su parte, Hugo Carrión, fiscal a cargo de la investigación, había pedido una pena de 18 años de prisión e inhabilitación de por vida para ejercer cargos en la religión.
La indignante frase que lanzó el cura contra la piba
La defensa de Bustamante, por su lado, había solicitado su absolución, con el argumento de que el cura tenía una relación sentimental con la víctima, que habría comenzado en 2018 y finalizado en 2019, con algunos encuentros esporádicos posteriores.
El sacerdote, por su parte, acusó a la víctima de acosarlo. “Era como si me estuviera siguiendo. Venía todas las semanas; varias veces por semana”, lanzó.
¿Qué determinación adoptó la Iglesia Católica?
En marzo de 2024, poco antes de la detención del sacerdote, el Obispado de Lomas de Zamora suspendió a Bustamante en el ejercicio del ministerio presbiteral, “apartándolo del oficio de administrador parroquial de Nuestra Señora de Fátima, como así también de toda tarea eclesiástica que le haya sido encomendada”, precisaron en un comunicado desde la Diócesis del partido bonaerense.
Además, adujeron que se tomó esa determinación al reafirmar el “compromiso irrenunciable de rechazar cualquier acto que amenace la dignidad de las personas”.
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