Si no se publica no se entera nadie, sin embargo todo decreto debe ser publicado salvo que sea considerado secreto de estado. Y no creo que la provincia pueda tener secreto de estado “provincial” lo más probable es para que los periodistas no se enteren de algunos negociados o nombramientos de amigos y parientes en la función publica .

Llaryora apenas asumió cómo gobernador firmó 510 decretos y todos para perjudicar a los cordobeses.