El presidente del VTB Bank de Rusia, visito Calafate en un vieja de menos de 24hs… El banco esta acusado de Lavado y hay una causa en la Argentina.

Un viejo dato de los servicios de inteligencia consideraban que el dinero de CFK terminó en Rusia, mas específicamente en inversiones y en el banco VTB.

Kostin viajó a la Argentina el 23 de abril, visitó la ciudad de El Calafate y estuvo en Buenos Aires junto a su familia; luego partió hacia Río de Janeiro. Está sancionado por el gobierno de Estados Unidos y tiene bloqueadas sus cuentas por su presunta participación en la primera etapa de la invasión de Rusia a Ucrania en 2014 en la península de Crimea pero como esas prohibiciones no abarcan a la Argentina pudo moverse con total libertad.

La orden ejecutiva del gobierno de Estados Unidos por la que se sancionó a Kostin en 2014.La orden ejecutiva del gobierno de Estados Unidos por la que se sancionó a Kostin en 2014.

A Kostin lo había sancionado la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) el 16 de marzo de 2014 durante el segundo mandato de Barack Obama en Estados Unidos. Se bloquearon todas sus cuentas y no puede disponer de gran parte de su patrimonio mediante la orden ejecutiva 13.661. El propietario del VTB Bank ruso quedó inhabilitado para pisar el suelo de los países que integran la Unión Europea y, además, no puede ingresar a Japón, Australia, Nueva Zelanda, Ucrania, Suiza, Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Esas sanciones fueron ratificadas luego por el gobierno que encabeza el demócrata Joseph Biden.

El banquero ruso mantiene contactos con un diplomático argentino de larga carrera que tiene destino en Moscú. Ese representante de la Cancillería le recomendó a Kostin, conocer El Calafate junto a su familia. El banquero aceptó el consejo -tras asegurarse que no sufriría una detención o un embargo sobre sus bienes en la Argentina- y se dispuso a viajar.

Ahora veamos los negocios :

En el año 2000, el millonario ruso Alexander Katunin visitó por primera vez la Argentina. Pronto comenzó a enhebrar un enjambre de empresas en alianza con algunos personajes de la élite local que diseñaron una plataforma de aterrizaje para sus inversiones. Gracias a estas “sociedades pantalla”, el ruso compró varias propiedades en la Patagonia, entre ellas un campo de miles de hectáreas en el Lago Rosario, provincia de Chubut. Los compinches argentinos del oligarca tienen algo en común: la pertenencia al colegio Champagnat y a su club de rugby. Algunos de ellos serían pocos años después funcionarios del gobierno macrista. Entre 2008 y 2012, Katunin recibió un crédito por 180 millones de dólares del banco ruso VTB, cuya mayoría accionaria es estatal. Pero nunca devolvió ese préstamo. La entidad bancaria se sintió estafada, desplegó una auditoría y denunció que una parte del dinero había ido a parar a la Argentina. El ruso tiene un socio ucraniano. Se llama Serguei Taruta. Es empresario y político. En marzo de 2014 asumió como gobernador de la provincia de Donetsk. Varios prestigiosos medios aseguran que financió al Batallón Azov. Hoy es diputado nacional por la ciudad de Mariupol. 

La disputa entre el Banco estatal VTB, el segundo más importante del sistema financiero ruso, y el multimillonario Katunin, es una trama sorda que se trasladó a la Argentina, donde dos actores políticos y económicos se vienen “trenzando” hace varios años en los tribunales de Comodoro Py, para ver quién se queda con dos “joyas inmobiliarias” de la Patagonia, y cuáles han sido las violaciones de los procedimientos legales de dicha operación. Una de estas joyas es el campo “Mamul”, el de varias miles de Has. frente al Lago Rosario, en la localidad de Trevelin, Pcia. de Chubut, cuyo valor ronda los  U$ 100 millones de dólares y además tiene una posición estratégica por estar situado en la frontera con Chile, lo cual invalida una operación de venta a extranjeros.

Dos gemas turísticas más entran en el diferendo: una en Ushuaia, Pcia de Tierra del Fuego; la otra en el Chaltén, Pcia. de Santa Cruz.

La jueza federal María Romilda Servini de Cubría ordenó una serie de allanamientos en la ciudad de Buenos Aires y el extremo austral de la Patagonia, tras detectar indicios de una supuesta red rusa de lavado de activos por decenas de millones de dólares, según confirmaron fuentes tribunalicias.

Servini citó además a indagatoria a tres rusos y ocho argentinos involucrados en la operatoria, que estaría liderada por el oligarca ruso Alexander Katunin, quien hasta hace unos años mantenía una notable sintonía con el presidente de su país, Vladimir Putin, pero con quien ahora se mantendría distanciado.

Según indica el diario La Nación, Katunin no se encuentra en la Argentina, pero sí invirtió en el país durante la última década. Compró maquinaria pesada y un campo de 9800 hectáreas, cerca de las localidades de Trevelin y Esquel, en Chubut, sobre el que Servini ordenó trabar un embargo.

La investigación local se inició como parte de una ofensiva del banco público más grande de Rusia, el VTB Bank, que busca congelar activos de Katunin alrededor del mundo para recobrarse US$ 30 millones. Así fue como también avanzó contra el magnate en Finlandia y las Islas Vírgenes Británicas.

En la Argentina, la ofensiva del VTB Bank provocó la intervención, el año pasado, de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) y de la fiscalía que estaba a cargo de Patricio Evers, fallecido a fines de abril último.

La investigación local arrojó ciertos hallazgos. Entre otros, la detección de una red de sociedades con domicilios falsos, su capitalización con dinero de origen desconocido, la posterior compra de bienes muebles e inmuebles por montos multimillonarios y la existencia de una estructura financiera que también generó suspicacias.

En la Argentina, la ofensiva del VTB Bank provocó la intervención, el año pasado, de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) y de la fiscalía que estaba a cargo de Patricio Evers, fallecido a fines de abril último.

La investigación local arrojó ciertos hallazgos. Entre otros, la detección de una red de sociedades con domicilios falsos, su capitalización con dinero de origen desconocido, la posterior compra de bienes muebles e inmuebles por montos multimillonarios y la existencia de una estructura financiera que también generó suspicacias.

En esa línea, el domicilio declarado en Buenos Aires por Katunin -uno de los mayores magnates de Rusia- correspondía en realidad a una humilde vivienda, en la que vivían dos personas discapacitadas.

En la Patagonia, en tanto, la inspección del campo de 9800 hectáreas en el extremo oeste de Chubut derivó en el inventario de cerca de 300 cabezas de ganado vacuno, unas 2000 ovejas, tractores y otras maquinarias diversas.

Según indicaron desde Tribunales, la Unidad de Información Financiera (UIF) también sumó datos a la pesquisa local, al informar sobre la existencia de reportes de operaciones sospechosas (ROS) emitidos por las autoridades antilavado de Suiza y Finlandia.

Resulta que el ruso Katunin tiene un socio ucraniano que se llama Serguei Taruta y algunos medios internacionales de primer nivel (como The Guardian y Reuters) aseguran que financió -al menos en su primera etapa- al Batallón Azov, la temeraria milicia neonazi. La querella preparó entonces una nueva arremetida judicial y en junio de este año presentó su segunda acusación contra Katunin y compañía, aduciendo que habían incurrido en fraude procesal. En paralelo los abogados defensores solicitaron el cierre de la causa por considerarla prescripta, pero el 30 de agosto la fiscal Alejandra Mangano desestimó el pedido. El último movimiento de piezas tuvo lugar el pasado lunes 12 de septiembre, cuando Servini de Cubría decidió “no hacer lugar a la excepción de falta de acción por prescripción” propuesta por el abogado de Alexander Katunin.

Para ese entonces Fernando Sabag Montiel ya había intentado asesinar a Cristina Fernández de Kirchner. Carlos Pagni había vinculado –en su editorial del lunes 5 de septiembre– el tatuaje del tirador con el Batallón Azov, para luego asegurar que la milicia ucraniana “tiene ramificaciones en la Argentina, políticas y económicas” y que “uno de sus benefactores o sponsors está siendo investigado en un juzgado federal por lavado de dinero”. Y el presidente de la DAIA Jorge Knoblovits, dos días después, fue más explícito. En el marco de una entrevista periodística dijo en relación al tatuaje de Sabag Montiel que “ese es el símbolo de una organización que se llama Batallón Azov, que es un grupo ucraniano financiado por unos magnates rusos que está también en Argentina y que podría estar vinculado con futuras acciones terroristas”. 

Convengamos que Pagni y Knoblovits no son dos cuatro de copas en lo que a manejo de información se refiere. Sin embargo, luego de haber explorado con énfasis la sugerencia que formulan podríamos asegurar que no hay evidencia, ni siquiera cercana, de que existan vínculos directos entre los millonarios investigados por Servini de Cubría y las supuestas células del Batallón Azov en Argentina. Aún más: los intercambios que hemos sostenido con distintos investigadores ucranianos, como el colaborador de la revista Commons Denys Gorbach, tienden a descartar esa posibilidad.

Dicho esto, el interés por la incursión rusa en la Patagonia no se disipa. Veamos por qué.

En sus insistentes ingresos a la Argentina entre los años 2000 y 2016 el magnate ruso Alexander Katunin utilizó ocho pasaportes distintos. Su esposa Tatiana Katunina mostró catorce documentos diferentes. 

Para comprar el campo Mamul, en la localidad de Trevelin, crearon una sociedad denominada Rosario del Lago S.A., más un fideicomiso de nombre idéntico cuya administración quedó a cargo del ciudadano argentino Alejandro Moyano Walker. A través de este acto de simulación que implicó escriturar la compra del bien a nombre del fideicomiso, el magnate extranjero pudo acceder al goce de una propiedad ubicada en “zona de seguridad de frontera”. La “creatividad” en el diseño institucional estuvo a cargo de Patricia López Aufranc, en representación del estudio de abogados más importante del país: Marval O´Farrell Mairal, especializado en asesorar a las grandes empresas.

El precio fue estipulado en 7.8 millones de dólares y los registros swift muestran que la transferencia se realizó desde una cuenta a nombre de Moyano Walker –con residencia en la ciudad de San Isidro, Provincia de Buenos Aires– en el banco Gutzwiller & Co, cito en Basilea, Suiza, hacia otra cuenta perteneciente a la parte vendedora ubicada en el Banco Mora SA, radicado en el Principado de Andorra. Si uno toma la evolución del precio del campo puede hacerse una idea de la magnitud de la renta inmobiliaria: lo que en el año 2000 fue vendido por el estado a la familia Hughes en 400 mil pesos, en 2007 ya costaba 7.8 millones de dólares, y en 2022 supera los 100 millones, teniendo en cuenta que una hectárea en el lugar se ofrece a un valor de mercado de 100 mil dólares.

La batalla legal entre el banco ruso VTB –de mayoría accionaria estatal y fuertes lazos con el gobierno de Vladimir Putin– y la familia Katunin se origina en una serie de siete préstamos que, según la entidad financiera fueron indebidamente desviados hacia fines distintos a los pactados. Un informe elaborado especialmente para la causa judicial en 2017 por una de las firmas de servicios profesionales más importantes del mundo, KPMG, afirma que el banco asistió en casi 200 millones de dólares a la empresa Eniseyskiy Plywood Mill LLC (EPM) -fabricantes de madera contrachapada- cuya estructura accionaria contenía en su interior diversas empresas dispuestas en forma de “mamushkas”, de las que los beneficiarios finales eran Alexander Katunin y Sergey Taruta.

Los apoderados del Banco que operan como querellantes en la causa, argumentan que el millonario ruso vino a la Argentina con el propósito de construir una “autopista de lavado” que estaría vigente y al servicio de otros oligarcas rusos como Alexander Frolov, Alexander Abramov y Roman Abramovich.

VTB contrató los servicios de una segunda empresa global de investigación comercial, Diligence, que realizó en 2016 un organigrama de los Alexander Katunin´s affiliations in Argentina. Allí aparecen buena parte de los contactos locales del oligarca ruso, que ocupan funciones en los directorios de sus distintas empresas. Además de Rosario del Lago S.A., se analizan Hostería Patagónica Calafate, Hostería Patagónica Ushuaia, Hostería Patagónica El Chaltén, Ionet Limited y Patagonia Spirit. Junto al ya mencionado Moyano Walker, figuran Juan José Drago y su esposa Mariana Martín y Herrera, Tomás José Güiraldes, Rodrigo Braun, entre otros. En el expediente también puede hallarse a Tomás Félix Elizalde, quien ejerce como contador informado de una de las firmas. A Marcelo Gagliardini, que oficia como escribano. Y a los hermanos Raúl y Juan del Sel. 

En una de sus presentaciones ante el juzgado de Servini de Cubría, la querella muestra que este entramado de actores locales tiene algo en común: haber asistido la mayoría de ellos al tradicional colegio Champagnat y haber compartido hazañas en su club de rugby. El contador Tomás Félix Elizalde, por su parte, fue presidente de la Lotería Nacional entre 2015 y 2017 y luego secretario de Coordinación del Ministerio de Salud y Desarrollo Social, hasta la finalización del mandato de Mauricio Macri. Habría elementos para pensar que se trata de un grupo de interés político y económico.

Es preciso una vez más evitar las conclusiones rápidas y superficiales. El interés del mecanismo revelado por este caso radica en mostrar cierto modus operandi que constituye una práctica sistemática con la que numerosos empresarios extranjeros consiguen apropiarse de los territorios gracias a la intermediación de operadores nacionales. Veamos un ejemplo, apenas como botón de muestra: en el año 2001 el estadounidense Jeffrey Lee Wells, propietario de varios establecimientos turísticos en la Patagonia, llegó un acuerdo con la familia Hughes –la misma que en 2007 venderá el campo Mamul a Katunin– por una fracción del terreno ubicado en Lago Rosario. Como apoderado de Wells figura José Luis Martínez Pérez, que según la investigadora Susana Lara es titular de “un estudio de abogados con sede en Bariloche que participó del núcleo de operaciones de compra-venta de tierras en la zona andina de Río Negro que están hoy en manos de capitales transnacionales”. Según la doctora en antropología económica Valeria Íñigo Carreras, ese mismo año Martínez Pérez accedió a un lote de 289 hectáreas fiscales en Bariloche por la irrisoria cifra de 40.500 pesos, desalojó a los pobladores mapuches que reclamaban el territorio y los transfirió a Hidden Lake S.A., la empresa del polémico magnate inglés Joe Lewis, dueño del Lago Escondido.  

Quizás la temporada de violencia política no se haya inaugurado el jueves 1 de septiembre en la Recoleta porteña. Tal vez la guerra contemporánea se viene gestando de manera larvada desde hace años, en los territorios donde habitan los recursos estratégicos por los que el mundo hoy se desvive.

Negocios antes de la Guerra : año 2008

Cristina Kirchner guiada por la silenciosa mano de su ministro Julio de Vido, comenzó a ingresar en el peligroso mundo del petróleo ruso. Los únicos anuncios serios o al menos posibles de su visita al Kremlin están vinculados con proyectos de las más grandes empresas energéticas rusas en el país. Proyectos que se publicitan como “inversiones”, pero que en rigor equivalen a abrirle la puerta a estas firmas en los hechos controladas por Putin para acceder a las cada vez más escasas reservas de hidrocarburos que le quedan a la Argentina.

Con su habitual pragmatismo, los hombres del Kremiln aprovecharon las 24 horas de Cristina Kirchner en Moscu, y mientras la Presidenta se distraía en los salones de un alucinante lujo asiático del hotel Metropol, se garantizaban una tajada para cada una de las tres compañías que hoy orbitan en torno a Putin.

Gazprom

Clarín anticipa hoy que el gigante Gazprom esta interesado en participar de la construcción del gasoducto del Noroeste, un proyecto impulsado por el consorcio argentino Techint, sospechado de sobreprecios y que tuvo hasta una ley del Congreso sancionada a su medida, y aún así la administración kirchnerista nunca logró concretar pese a que lo anunció en infinidad de oportunidades. Hasta la corrupción requiere un mínimo de eficiencia.

Gazprom, la empresa de gas número uno del mundo que controla el 20 por ciento de las reservas, es la principal herramienta geopolítica de Putin, la llave que le permite colocar una tenaza energética sobre el cuello de Europa y los países de la ex URSS. Por ejemplo, Alemania le compra a Gazprom el 40 por ciento del gas que abastece a sus industrias. Y no hay que ser muy imaginativo para estimar el impacto en la economía europea si un día Putin decidiera cerrar el suministro a la locomotora del viejo continente. Ese poder ha logrado que abiertas violaciones a los derechos humanos y civiles, así como las masacres en Chechenia que practica Rusia, no despierten más que un susurro de indignación entre los europeos, que suelen escandalizarse con matanzas en la mucho más inofensiva Afica.

Yukos

También se informó que la petrolera Rosneft se mostró interesada en participar en la explotación en el Mar Argentina. Esta firma es el emblema de las prácticas más despiadadas que utilizó Putin para que Rusia recobrara su “soberanía energética”, siempre debidamente controlada por el Kremlin.

Este gigante se construyó sobre el cadáver de Yukos, la empresa del oligarca y multimillonario Mijail Jodorkovski que cometió el pecado de imaginar que era posible sumar a su poderío económico el político y desafió a Putin con un plan de una Rusia democrática, avalado por el nada inocente respaldo de Estados Unidos a su fundación Open Rusia.

Yukos, que llegó a extraer una cantidad de crudo similar a la de toda Libia –la anterior escala en este periplo global que encaró Cristina bajo la atenta mirada de Julio de Vido-, pasó a manos del Kremiln en un cuestionadísimo proceso judicial, que terminó con una condena a 9 años de prisión al imprudente Jodorkovski. Se trató según denunciaron medios independientes de una parodia de juicio en el que la condena estaba escrita desde el primer día.

Sin embargo, el Kremlin tenía sus argumentos. Jodorkovski un yuppie de apenas 30 años, había adquirido Yukos en la época de las hiper corruptas privatizaciones rusas de Yeltsin, por la irrisoria suma de 350 millones de dólares.

“Es irrebatible que Rosneft –la empresa petrolera estatal- debe ampliar sus reservas, y Yukos posee inmensas reservas, aquí queremos hablar de cómo usted llegó a esas adquisiciones”, le dijo Putin a un demudado Jodorkovski en una célebre charla en el Kremlin que marcó la ruptura del premier ruso con los oligarcas que venían de la era Yeltsin.

Finalmente el Kremlin se quedó con Yukos en una surrealista operación en la que este coloso fue adquirida por la firma financiera Baikal, una corporación fantasma que no tenía ni siquiera un buzón y estaba registrada bajo el domicilio de una pequeña tienda de alimentos, según relatan los periodistas alemanes Thomas Seifert y Klaus Werner en “El libro negro del petróleo” ¿Pero de donde salió el dinero para comprar semejante coloso? Preso Jodorkovski, Putin “descubrió” que Yukos le debía 27.500 millones de dólares en impuesto, así que pasó limpiamente al Estado ruso. Cualquier similitud con casos que ocurren en la Argentina, como el de Aerolíneas, es pura casualidad.

Lukoil

La caída de Jodorkovski abrió la puerta a empresarios más afines a Putin, como es el caso de Vagit Alekperov, el astuto dueño de Lukoil. Este empresario llegó incluso a la revista del The New York Times como un ejemplo de la nueva clase empresaria que Putin modeló a su medida. De nuevo, cualquier similitud con la Argentina, es pura coincidencia.

Como sea, Lukoil ya manifestó su intención de asociarse con la estatal Enarsa. Anunció que trascendió en los medios incluso antes que Cristina pisara Moscú.

Se ve aquí nuevamente la mano de Julio de Vido –y por supuesto de Néstor Kirchner-, que colocaron al frente de las negociaciones con esta compañía rusa al discreto titular de Enarsa, Ezequiel Espinoza.

Esta compañía casualmente –aunque sería ingenuo pensar en casualidades en el duro mundo del petróleo-, es la misma que por estos días conmueve al mundo empresarial y político español, por su oferta para quedarse con el control de Repsol, resistida por el presidente José Luis Zapatero.

Repsol como se sabe es accionista de la parcialmente nacionalizada YPF, y en España temen que detrás del desembarco de Lukoil se oculte el ingreso del Kremlin a las principales compañías de ese país. De hecho La Caixa –accionista de Repsol- ya advirtió que no permitirá que Lukoil se extienda a otras compañías central de España que tienen tenencias accionarias cruzadas con la petrolera.

VACUNA RUSA:

El extraño viaje , pero afirman fuentes de intel. que no seria el único.

Llegar hasta El Calafate en la provincia de Santa Cruz no fue fácil para el comandante del Jet Bombardier Global Express 6000, uno de los jets privados más lujosos en la actualidad, porque debió sortear el espacio aéreo europeo vedado para las aerolíneas rusas con sanciones de la Unión Europea luego de la agresión de guerra de Rusia a Ucrania.

Por lo que realizó un largo periplo que lo llevó a pautar escalas en el continente africano, más precisamente en Casablanca, Marruecos, y en Latinoamérica, en el aeropuerto de Guarulhos, San Pablo, Brasil, para dirigirse desde allí al aeropuerto “Comandante Armando Tola” el pasado 22 de abril, luego de volar durante 72 horas.

Después de esta visita de Kostin junto a la directora de la Casa Museo Kuchatov, Raisa Kuznetsova, especializada en historia y temas de armamento nuclear, dos de sus hijos, Diana Kostina y Kriril Kostin y una decena de acompañantes al Glaciar Perito Morenoel banquero preferido de Putin estuvo en Buenos Aires tras pasar la noche en un hotel cinco estrellas en El Calafate, para continuar viaje hacia Río de Janeiro.

Previamente, el jet fue acondicionado en Paraguay ante las dificultades para conseguir aprovisionamiento de combustible en el aeropuerto de Ezeiza, donde operan compañías petroleras con sedes centrales en EE.UU. y Europa que tienen vedado asistir comercialmente a los aviones que sean propiedad de la compañía Air Company Rus Jet.

El misterio por las horas perdidas en Buenos Aires del oligarca Andrey Kostin y su novia, celebridad en redes sociales rusa y presentadora de noticias de la televisión estatal, Naliya Asker-Zade, está abierto.

Acerca del millonario titular del banco VTB, Andrey Kostin, presidente del segundo mayor banco de Rusia y uno de los primeros en ser excluidos del sistema global de pagos Swift, se puede anotar que no está atravesando su mejor momento al frente de las finanzas de su entidad bancaria.

A comienzos de abril anunció oficialmente que durante el año 2022 la entidad financiera perdió 7.700 millones de dólares debido a las sanciones derivadas de la ofensiva rusa en Ucrania.

El sistema de pagos Swift, acrónimo de Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication, «Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales», es una sociedad cooperativa internacional de derecho belga cuyos propietarios son 3.500 miembros de instituciones financieras que tienen a cargo una red internacional de comunicaciones financieras entre bancos que operan en 204 países y funciona ininterrumpidamente las 24 horas del día y los 7 días de la semana

En diciembre de 2018 tenía enlazadas más de 11 000 entidades financieras en 204 países.

“En 2022, el grupo VTB afrontó dificultades y desafíos sin precedentes (…) Nos convertimos en el primer blanco del máximo de sanciones posibles, lo que causó pérdidas considerables”, lamentó Dmitri Pianov, director financiero de VTB, citado en un comunicado del grupo.

VTB anunció haber sufrido una pérdida de 612.600 millones de rublos, el equivalente de 7.700 millones de dólares al tipo de cambio actual, tras haber logrado un beneficio neto de 327.400 millones de rublos en 2021.

Reportes financieros indican que VTB tiene 15 millones de clientes en Rusia y emplea cerca de 80.000 personas.

Con respecto a su pareja Naliya Asker-Zade, de 35 años y descendiente de una familia azerbaiyana, comparte con su novio las sanciones impuestas por el Reino Unido y Canadá después que Putin lanzara su invasión de Ucrania en febrero pasado.

El Reino Unido, al anunciar las sanciones que había impuesto a la periodista militante del régimen de Putin, en mayo del año pasado, afirmó que Asker-Zade se encuentra asociada con dos entidades, VGTRK y Kostin, “las cuales están o han estado involucradas en obtener un beneficio o apoyar al Gobierno de Rusia al realizar negocios como una entidad afiliada al Estado de la Federación Rusa”.

Su presencia no paso desapercibida durante un evento fundamental para la Argentina. La obtención de la reciente Copa del Mundo de fútbol FIFA en Qatar.

Según pudo saber Noticias Argentinas, entre los invitados especiales se vio al millonario y dueño de Tesla, Space X y Twitter, Elon Musk, uno de los hombres más ricos del mundo fotografiándose junto a la propagandista del Kremlin que posteó en Telegram, “Argentina venció a Francia por penales en la final de la Copa del Mundo, estoy de acuerdo con la evaluación de Elon Musk del partido: ‘Un duelo en el desierto. No se podría haber deseado un mejor juego’. Vi cómo compartió sus emociones sobre lo que está sucediendo en el campo en su Twitter”.

Mientras que se jugaba la final del mundo que consagrara a Lionel Messi y compañía, la guerra en Ucrania no dio ninguna tregua y, por el contrario, recrudeció con combates que se extienden hasta el día de hoy.

Así como continúan la lucha armada, prosiguen las sanciones económicas de los países miembros de la OTAN contra Rusia y se extienden los contactos de Moscú con países que ven con simpatía la guerra de agresión lanzada por Vladimir Putin o que prefieren no expedirse claramente acerca de la contienda.

El Brasil de Lula Da Silva podría inscribirse en el primer caso mientras que la Argentina de los Fernández se ubicarían en la segunda.

Lo cierto es que mientras crecen las sospechas acerca de la verdadera actividad del banquero ruso y su corte en Argentina las sanciones financieras contiúan y los oligarcas rusos se ven más acorralados por el flanco económico de la guerra donde Rusia siente el rigor de la decisiones de los países que defienden a Ucrania.

Castellum.ai es un sitio especializado en el seguimiento de las sanciones internacionales. Una gran base de datos que señala que Rusia se ha convertido en la nación más penalizada del mundo en toda la historia por sobre países como, Siria, Irán y Corea del Norte, con un total de 2.827 sanciones conseguidas durante los primeros diez días del inicio de la guerra en Ucrania.

En ese contexto los oligarcas rusos están jaqueados. Una lista breve, que no los incluye a todos, indica que el magnate del acero, Alexey Mordashov;  el petroquímico y empresario gasífero Guennady Timochenko junto a Alexey Miller de Gazprom y el petrolero Igor Sechin, presidente de la petrolera estatal Rosneft que suele asesorar a Putin al igual que el banquero privado del presidente ruso que visitó el país, Andrey Kostin, están viendo como sus fortunas disminuyen mientras intentan acelerar los contactos en países donde las penalidades no se aplican de manera tan rigurosa.

Con Información Revista Critica, La Nación ,Clarín , La política On Line, Agencia NA y SEPRIN – Fuentes de inteligencia.

PD detalle:

La Justicia Federal sobreseyó a 5 argentinos y 3 rusos sospechosos de integrar una presunta red de lavado de dinero. Les devolvió campos por 9.800 hectáreas en Chubut que estaban en la mira ya que se los consideraba compras hechas para reciclar fondos. Lo decidió por mayoría la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal.

La denuncia original fue de los apoderados del banco VTB Bank, el más grande de la Federación Rusa. Otorgó préstamos por U$S 180.000.000 a favor de un grupo de empresas cuyo beneficiario era Alexander Yacovlevich Katunin. Según crónicas de la época, un oligarca ruso que fue muy cercano al presidente Vladimir Putin.