No solamente en su cuenta de TW Amalia Granata no se disculpó, sino que además salió empoderada.

Sin dudas no se puede perseguir a una persona porque no piensa como los kirchneristas y se transforma en una casa de brujas de los que piensan distinto.

El deseo de muchos legisladores era remover de la Cámara de Diputados a Amalia Granata después de su pronunciamiento respecto del atentado fallido que sufrió la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner.

La periodista había ganado repudio de sectores peronistas cuando leyeron desde su cuenta oficial de twitter que todo lo acontecido era una “pantomima“. Sin embargo no pudieron conseguir los votos necesarios para expulsarla del cuerpo. El socialismo planteó por lo bajo que era grave, pero no generaba mérito suficiente como para avanzar en una remoción.

Previo a la sesión ordinaria hubo una extensa reunión de labor parlamentaria con la presencia de Amalia Granata en la que pidió disculpas si alguien del cuerpo se sintió ofendido por las expresiones vertidas en un programa de radio del cual participa los días sábados en Buenos Aires. Ese pedido de disculpas tenía que ver con una suerte de “broma” que ensayó junto con sus compañeros de equipo.

Sin embargo, aclaró que sigue firme en su manifestación primaria respecto de que todo lo sucedido a la vicepresidenta resulta parte de un show armado con el único objetivo de ganar rédito político.

Según el diputado Leandro Busatto, del bloque Justicialista, Granata se disculpó por sus dichos y evitó así una sanción. Pero la diputada negó terminantemente esa situación. “Mentira, no me disculpé y sostengo lo que dije! No le mientan al lector”, afirmó en la red social Twitter, en alusión a los dichos de Busatto publicados por LA NACION.

Fuente despachodigital.com.a y SEPRIN