Como si se tratara de un melodrama de enredos que no se pueden hacer ni a propósito, Argentina vivió una jornada que explican claramente las razones de esta decadencia de 100 años en la que estamos envueltos, en un “caer indefinidamente”, como describía el genial Jorge Luis Borges.

Con el país quebrado, sin fondos suficientes como para afrontar las deudas de los próximos tiempos, lo cual nos condenaría a caer a un décimo default, después de subirse los sueldos de manera escandalosa, el Senado tiene dando vueltas las reformas que pide el Gobierno y ahora Diputados, con unión del kirchnerismo, el peronismo, los radicales y otros partidos menores, resolvieron darle un aumento a los jubilados, sin definir en ningún momento de dónde saldrá el dinero para poder cumplir con esa necesidad imperiosa.

 Y por si alguna duda quedara a las críticas decisiones que se toman, el economista Ricardo Arriazu sentenció “los inversores se van y el riesgo país sube porque están hartos de la Argentina”.

Este verdadero cambalache del Siglo XXI se coronó en el mercado de la peor manera. Con gente sin pesos para cubrir gastos corrientes, el dólar blue tuvo una leve baja, pero los dólares financieros siguen rondando los $1.300, los bonos volvieron a bajar, por lo que el riesgo país pegó otro salto, ya arriba de los 1.500 puntos, aislándonos más del mundo, y la Bolsa de Buenos Aires fue una lágrima, con un monto negociado inexistente, precios en descenso y ADR argentinos en Nueva York mixtos, con un Wall Street que retomó el camino alcista.

La mejora de la Bolsa de Nueva York estuvo atada a dos elementos centrales: por un lado se conocieron grandes ganancias de empresas vinculadas a la Inteligencia Artificial, como Apple y Nvidia, lo cual sostuvo la base de las firmas tecnológicas. Y también se difundió el informe ADP, un indicador que mide la evolución del empleo privado no agrícola, con una marcada desaceleración (el mes pasado hubo 152.000 contrataciones frente a los 175.000 empleos esperados), lo cual plantea la chance de que finalmente la Fed se decida a bajar su tasa base este año.

Frente a eso, las tasas largas de EE.UU. siguen retrocediendo: se pagó 5,1% anual a 1 año de plazo, 4,3% anual a 5 años, 4,3% anual a 10 años y 4,4% anual a 30 años. Y con ese menor premio, en el exterior el dólar subió 0,8% en Japón, 0,4% en Chile, 0,2% en Brasil y 0,1% contra el euro y el yuan, pero bajó 0,2% contra la libra y cedió 1,9% en México.

En el mercado cambiario local, para que la corrida del dólar se detuviera, a pesar de que los exportadores tuvieron un dólar de $1.012,37, el BCRA se vio obligado a vender US$ 1 millón en el mercado, y en pleno momento de cosecha gruesa al final del día el BCRA sumó reservas por US$ 74 millones, cuando para este momento los analistas esperaban un incremento diario de más de US$ 150 millones, ya que en el segundo semestre habrá sequía de liquidaciones desde el campo.

Y, además de las amenazas sobre el BCRA por el juicio por US$ 16.100 millones por la estatización irregular de YPF, también nos rodean la manzana con China tirando de la cuerda, amenazando con no renovar el swap por US$ 5.000 millones, por lo que existe el riesgo de que Reconquista 266 deba entregar esos fondos. Y el momento es crucial porque por esa vía vencen US$ 2.906 millones a fin de este mes y US$ 1.938 millones en julio. Y, sin miramientos, la gente de Xi Jinping pone sobre la mesa la intención de quedarse con las obras de las represas Cepernik y Néstor Kirchner en Santa Cruz (que controlan la generación eléctrica y el riego de media Patagonia); si no lo logra, el swap no será renovado.

Frente a esa situación, con el mercado repleto de dudas, la gente tuvo que salir a vender dólares del colchón para cubrir gastos, por lo que el dólar blue bajó $15 hasta $1.250, al tiempo que el Senebi bajó $1,65 hasta $1.314,13, el MEP subió $1,32 hasta $1.283,09 y el contado con liquidación bajó $2,05 hasta $1.309,30. Por lo que la brecha entre oficial y blue fue del 33% y la del CCL con el mayorista fue del 46%.

Por supuesto, son tanto los frentes en contra que los inversores se siguen desprendiendo de títulos públicos argentinos, a pesar de que dentro de apenas un mes (el 9 de julio) se deberá pagar un cupón con renta interesante de los bonos que surgieron del canje que hizo el ex ministro de Economía Martín Guzmán en agosto de 2020. 

A pesar de eso, con gran volumen operado y muy diversificado en diferentes papeles, los bonos argentinos perdieron otro 1,6%, por lo que el riesgo país subió otras 34 unidades hasta 1.528 puntos básicos. Y economistas como Rodolfo Santángelo advirtieron: si para fin de año no tenemos un riesgo país inferior a los 1.000 puntos, será muy difícil que Argentina tenga acceso a los mercados voluntarios de deuda para pagar con tranquilidad los vencimientos de 2025.

En papeles privados, con empleo norteamericano pobre y ganancias gruesas en la IA, la Bolsa de Nueva York logró volver a la suba: el Dow ganó 0,2%, el S&P avanzó 1,2% y el Nasdaq saltó 2%. En tanto que la Bolsa de San Pablo bajó 0,3% y la de México recuperó 1,7%.

El desaliento también estuvo presente en el mercado bursátil. El presidente Milei advirtió que vetará la modificación jubilatoria que intenta realizar el Congreso. Pero el analista político Andrés Malamud indicó que “si la ley pasa con dos tercios en ambas cámaras, el Presidente no va a tener chances de vetar, por lo que el camino que le queda es realizar un veto parcial, promulgar y negociar, hacer política, otra cosa no le queda”.

Con eso la Bolsa de Buenos Aires literalmente se secó. Así, con apenas $4.013 millones operados en acciones y $3.891 millones en Cedears, el índice S&P Merval bajó 0,7%. Al tiempo que los ADR estuvieron mixtos, con subas del 2% al 4,4% para Despegar, YPF y Loma Negra, pero con bajas del 1% al 2% para Cresud, Central Puerto, Mercado Libre, IRSA, Macro y Bioceres.

Finalmente, las commodities están con muchas oscilaciones, promovidas sobre todo por los grandes conflictos de la geopolítica. Gran Bretaña le dice a su población que acumulen productos para al menos tres días en sus casas. La Unión Europea prepara a 300.000 soldados para una eventual guerra con Rusia. Los ministros de finanzas de la UE amplían financiamiento para Ucrania. Y desde Israel, Netanyahu lanzó una advertencia mientras se calienta la frontera con el Líbano: dijo “estamos listos”. 

Con todo eso, el petróleo subió 1,2%. Volvieron a mejorar los metales preciosos. Los metales básicos actuaron mixtos. En Chicago todos los granos fueron a la baja. En Rosario mejoraron el maíz y la soja, pero cedió el trigo. Y el Bitcoin subió otro 1%, con avances menores en el resto de las criptomonedas.

Luis Varela https://eleconomista.com.ar/