Ahora se entiende porque estan tanto en TW, se estaria llevando dolares extras

En un contexto donde la presencia digital es sumamente clave para la política global, trascendió una inesperada irregularidad sobre la cuenta de X (ex Twitter) del presidente libertario Javier Milei. El mandamás argentino no tiene la típica tilde verificación color gris que identifica y distingue a los perfiles ligados con organismos estatales o líderes gubernamentales. ¿A qué se debe esto? ¿Acaso es Elon Musk el que no reconoce a Milei como el presidente de los argentinos? No.

Tras consultar con diversas fuentes, puntualmente, los perfiles cercanos al economista en el área tecnológica, estos explicaron que esto se debe a que los presidentes y entidades gubernamentales no pueden obtener dinero de sus cuentas en redes sociales a través de la monetización. Además, recibir pagos privados de empresas multinacionales mientras ejercen funciones representativas del estado podría plantear serias interrogantes éticas.


Entonces, viéndolo de la manera opuesta, Milei está obteniendo pagos por parte de X por las interacciones que genera como líder de la república. Esta práctica, a pesar de que es destacada por los propios como una forma de “rebuscarse sus propias ganancias”, podría infringir la ley de Ética Pública y requeriría una investigación completa por parte de la Oficina Anticorrupción.

Algo similar ocurre con la cuenta de YouTube de la Casa Rosada. REALPOLITIK constató que el canal también fue monetizado tras la asunción del libertario. Al igual que en la red social X, esta plataforma genera dinero por las interacciones, visualizaciones y likes, lo que claramente está sumando una buena cantidad de dólares a la cuenta de alguien, aunque no podemos precisar a cuál.

Este accionar irregular donde se aprovecha la posición de representante de estado para generar ingresos ajenos que los que este mismo provee a modo de remuneración mensual, debería ser un interrogante tanto como para la procuraduría General de la Nación como el Congreso Nacional. Lo que, en consecuencia, podría derivar en una intervención y solicitud de informes para identificar quién se está haciendo de ese dinero. Aunque, esto último, todavía sea un interrogante. (www.REALPOLITIK.com.ar)