Unos 1.200 marineros de varias nacionalidades apuraban ayer, en las últimas horas en los muelles de Beiramar, Galicia; antes de partir para la primera de las dos campañas anuales de captura del calamar loligo en Malvinas, probablemente la más difícil de la larga relación entre los armadores vigueses y sus socios en las compañías mixtas radicadas en las islas Malvinas que los británicos denominan Falkland.

Es la primera vez en años que los buques congeladores, 16 en total, la mayoría con base en Vigo aunque con matrícula FK de Falkland, saldrán hacia el caladero sin ninguna garantía sobre el resultado, lo que preocupa y mucho a los armadores vigueses.

Y es que la segunda campaña de 2023, la del invierno austral, tuvo que suspenderse al poco de su inicio por la escasez del producto. Y ahora mismo, todavía no hay ninguna garantía de que se haya recuperado. Los buques congeladores, son auténticos veteranos de las islas y de la captura del cefalópodo. La mitad del personal a bordo está formado por oficiales, mandos y marinería nacionales y el resto dividido entre varias nacionalidades.

También se destaca la importante presencia de marineros de Indonesia. Todos ellos tendrán un mes de viaje por delante para posicionarse en el caladero a principios de febrero. Allí se mantendrán hasta el comienzo de las operaciones, a finales del mismo mes, para continuar en marzo y abril. Si todo va bien, podrían capturar hasta 50.000 toneladas, como en otros años. “Sería todo un éxito conseguirlo”, aseguraba Javier Touza, presidente de los armadores vigueses, con dos buques en la zona.  “Estamos acabando de pertrechar los barcos de todas las empresas y a partir del lunes saldremos hacia el Atlántico sur”, señalaba ayer.

“Vamos un poco a la aventura”

Por lo tanto -según deducen los propios gallegos españoles- tras una larga travesía llegarán al caladero y comenzarán un operativo insólito por la falta de datos. “Vamos un poco a la aventura”, reconoció el presidente de los armadores vigueses. Antes de comenzar la faena a finales de febrero, la flota conocerá los resultados de la campaña experimental que se realizará dos semanas antes de iniciar la campaña, en torno al 14 de febrero. “A partir de ahí, tendremos información sobre el caladero y las posibilidades reales”, precisó Javier Touza, quien reconoce que se enfrentan a lo desconocido, tras varios ejercicios en torno a 100.000 toneladas. La flota tiene más de 20 años por delante en Malvinas gracias a los acuerdos bilaterales formalizados a través de empresas mixtas.

Fuente:

Atlántico

Por Agenda Malvinas