Aprietes, extorsiones y controles con planillas voto por voto, son prácticas conocidas tanto dentro como fuera de la provincia de Buenos Aires para asegurar su control territorial. A excepción de Mayra Mendoza en Quilmes, La Cámpora aún no ha podido instalarse en la región más densamente poblada del país.

Juan Zabaleta es intendente de Hurlingham desde el 2015, pese a haber desempeñado el cargo de ministro de Desarrollo Social de la Nación entre agosto de 2021 y octubre de 2022. Este año buscará su tercer mandato midiéndose en las PASO con el camporista Damián Selci, quien ocupó el cargo de jefe comunal interino durante su ausencia.

En vistas de ese objetivo, la maquinaria electoral de punteros y referentes barriales ya comenzó a funcionar. En un audio al que tuvo acceso REALPOLITIK, se puede escuchar a una de estas mujeres solicitarle a otro un listado con nombre, apellido, DNI y dirección de todos los empleados o beneficiarios de algún plan del municipio que voten por Zabaleta.

El audio se da en medio de risas, denotando una absoluta naturalidad en esa práctica: “Gane quien gane me aseguro el puesto de trabajo. Es para presentar y se nos paga por cada persona que anotamos en la planilla”, asegura.

De este audio de WhatsApp se desprende otra realidad: trabajadores municipales y beneficiarios de planes sociales deben prestar sus datos y hasta su voto, en un sistema que los tiene de rehenes. (www.REALPOLITIK.com.ar)