El Gobierno cerró finalmente la compra del nuevo avión presidencial. La decisión administrativa, que autoriza un incremento presupuestario para la Secretaría General, saldría publicada el viernes en el Boletín Oficial.

Ahora, el Gobierno deberá depositar USD 22.230.000 en una cuenta de Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), un organismo que depende de Naciones Unidas, y entregar el viejo Tango 01, valuado en casi USD 3 millones.

Aunque los fondos saldrán, en principio, del Tesoro Nacional, la operación se financiará con un crédito de la Corporación Andina de Fomento (CAF) por 12 millones de dólares, con un plazo de 10 años.

Luego de la trasferencia a la OACI, se firmará el contrato y el último paso es la inspección pre compra (PPI). “No es un tema menor, en ese tipo de inspecciones pueden aparecer sorpresas”, advirtió una fuente del mercado aeronáutico.

Ya hubo otras inspecciones previas. En junio, una comitiva integrada por equipos técnicos de la OACI y de Presidencia viajó a Sarasota (Estados Unidos) para revisar la aeronave. Luego de ese viaje, los expertos recomendaron avanzar.

Si no hay sorpresas, el avión podría estar disponible para enero.

El avión elegido, un Boeing 757-256 identificado con la matrícula N7575AG, tiene capacidad para 39 pasajeros, un dormitorio principal con todas las comodidades, y otros dos dormitorios de visitas que se pueden adaptar como salas de reuniones. A diferencia del Tango 01, puede volar sin escalas hasta Europa o Estados Unidos.

Desde el punto de vista técnico, el informe oficial detalla: “Es un avión de excelentes cualidades operativas por su gran velocidad, techo de servicio, autonomía, potencia, fuselaje medio, lo que permite una correcta distribución de los ambientes necesarios para el traslado presidencial. Al poseer tren de aterrizaje alto y gran potencia propulsora tiene la flexibilidad de poder operar en la mayoría de aeropuertos del país como en el exterior. A esto se debe sumar que el personal técnico que realiza el mantenimiento aeronáutico en Presidencia de la Nación, posee más de 25 años de experiencia en este modelo de aeronave”.

El Tango 01 está parado desde 2015

Durante el gobierno de Mauricio Macri hubo varios intentos frustrados para comprar otro avión: la primera licitación ante la OACI se cayó por las internas dentro del Gobierno y la segunda por la realidad económica del país.

Cuando llegó Alberto Fernández a la Casa Rosada, los responsables de la flota presidencial recomendaron reparar el avión con una inversión estimada entre USD 12 y 15 millones. Los trabajos previstos incluían la “rectificación” de los motores, la pintura exterior, reparar el tren de aterrizaje, la actualización de la unidad de adquisición de datos de vuelo (DFDAU) y del software del sistema de comunicación digital de abordo, y hasta agregar tanques suplementarios de combustible para poder volar hasta el sur de Europa o Estados Unidos sin realizar escalas.

La OACI habría desaconsejado la reparación por las dificultades para conseguir las piezas y por el tiempo que lleva parado. De esa manera se pasó a la opción de un “exchange”, que significa cambiar el avión por uno similar, de la misma marca y modelo, y en abril se lanzó una licitación internacional.

Se presentaron solo tres oferentes y uno solo cumplía con todos los requisitos. Pese al enorme costo político, Alberto Fernández decidió comprar ese avión antes de dejar la Casa Rosada.

Noticias Urbanas