Alberto Fernández trata a Cristina Kirchner como una subordinada, no la tiene en cuenta, negocia y está muy atento a las exigencias ajenas, como el FMI o la oposición, tanto política como mediática o corporativamente. Como buen socialdemócrata teme confrontar con los poderosos, pero ese mismo temor le baja el precio a cualquier beneficio que pudiera obtener de esas negociaciones.

“Como te ven te tratan”, dice Mirtha Legrand, y a Alberto Fernández, según afirman actores tan distantes como Cristina y Luis Juez, lo ven como un “cagón”. 

Este martes se reunieron varios intendentes del conurbano, exceptuados los alineados con el “albertismo”. Al cierre de la reunión emitieron un comunicado en clave tan cristinista que algunos evitaron firmarlo. Por precaución más que por desacuerdo.

Los que sí estamparon su firma fueron la vicegobernadora Verónica Magario, el jefe de Gabinete Martín Insaurralde, y el ministro de Infraestructura y Servicios Públicos, Leonardo Nardini; además, los intendentes Fernando Espinoza (La Matanza), Juan Fabiani (Almirante Brown), Alejo Chornobroff (Avellaneda), Juan José Mussi (Berazategui), Fabián Cagliardi (Berisso), Marisa Fassi (Cañuelas), Carlos Ramil (Escobar), Andrés Watson (Florencio Varela), Alberto Descalzo (Ituzaingó), Marina Lesci (Lomas de Zamora), Juan Ustarroz (Mercedes), Gastón Granados (Ezeiza), Karina Menéndez (Merlo), Federico Achával (Pilar), Mayra Mendoza (Quilmes) y Nicolás Mantegazza (San Vicente); también el diputado nacional Julio Pereyra; el diputado provincial Mariano Cascallares y el administrador de la dirección de Vialidad de la provincia, Hernán Y Zurieta.

Uno de los firmantes confió a la salida del cónclave: “La verdad que hicimos un documento que parece haber sido escrito por Máximo Kirchner“. Y efectivamente fue así. Dos decenas de intendentes del conurbano responsabilizaron a Alberto Fernández por la crítica situación que afronta el gobierno nacional y el conjunto de los argentinos.

La convocatoria fue realizada por el jefe de Gabinete, Martín Insaurralde, y en el texto difundido le exigieron explícitamente al presidente de la Nación “garantizar la mesa de los argentinos”. También se pusieron a disposición para “ayudar en lo que sea necesario”, aunque es sabido que el jefe de estado sólo acepta la “ayuda” de los opositores.

El documento responsabiliza casi exclusivamente al presidente de la crisis generada en el gobierno nacional tras la derrota de las PASO de 2019, mientras que CFK aparece libre de culpa y cargo. Es natural, no la tiene en cuenta para nada.

“En 2019 le pedimos todos los esfuerzos a Cristina para unirnos y ganarle a Macri y Vidal tras los cuatro años de un gobierno neoliberal que nos dejó una deuda impagable”, relata el documento. “La actual vicepresidenta, en un gesto extraordinario, cambió el rumbo de la historia y pudimos consolidar la victoria del Frente de Todos en primera vuelta”.

En cambio, al primer mandatario no le va tan bien en su consideración: “Hoy, le pedimos al presidente Alberto Fernández los máximos esfuerzos para, luego de la pandemia, y siendo conscientes de las dificultades que atraviesa el mundo por la guerra, garantizar la mesa de las familias argentinas. Estamos a disposición para, desde nuestro rol, ayudar en lo que sea necesario.”

La reunión fue convocada en respuesta a la preocupación de los jefes comunales y ministros del Ejecutivo nacional y provincial por el curso que va adquiriendo la Argentina, bajo la presidencia de alguien que consideran “inepto” y “desleal”.

Tampoco pasó desapercibido que la reunión se realizara en La Matanza, donde Fernando Espinoza mantiene una histórica disputa por el liderazgo provincial con Martín Insaurralde. Pero la gravedad de la situación ameritó dejar de lado las rencillas internas para dar un sólido gesto de unidad.

El documento finalmente da cuenta del involucramiento de los intendentes con las preocupaciones de sus vecinos. Algo muy diferente a lo que sucede con un gobierno nacional para el que la política territorial es ignorada y hasta despreciada. “Los intendentes queremos que la gente viva tranquila. Además de la preocupación por la suba de los precios, el otro tema que es mencionado siempre en cada conversación por los vecinos es la inseguridad. Al respecto, le pedimos al gobierno provincial y nacional que nos convoque a una mesa de trabajo para junto con los municipios enfrentar este problema que tanta angustia genera”, expresa.

¿Recibirá la señal o se mantendrá en su posición de esfinge ciega, sorda y muda ante los reclamos y propuestas de sus propios aliados?

Todos buscan tomar distancia del presidente. Saben que su proximidad es garantía de derrota catastrófica en las elecciones de 2023. Unas elecciones que la mayoría da por perdidas a nivel nacional y sólo aspira a salvar la ropa en el plano local y provincial. (www.REALPOLITIK.com.ar)