El presidente ruso, Vladimir Putin, anunció que ordenó al ejército de su país llevar a cabo una operación especial en la región de Donbass después de que los líderes de las repúblicas separatistas pidieran a Moscú asistencia militar en respuesta a lo que afirman es un aumento de la “agresión ucraniana”.

“Las circunstancias requieren que tomemos medidas decisivas e inmediatas”, dice la orden. “Las Repúblicas Populares de Donbass se dirigieron a Rusia con una solicitud de ayuda. En este sentido, de conformidad con el Artículo 51, parte 7 de la Carta de las Naciones Unidas, con la sanción del Consejo de la Federación y en cumplimiento de los tratados de amistad ratificados por la Asamblea Federal y la asistencia mutua con las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, he decidido llevar a cabo una operación militar especial “, declaró Putin.

Al mismo tiempo, en un discurso al público, el presidente ruso dijo que quería “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania. Según él, “no tenemos planes de ocupar territorio ucraniano”. A los pocos minutos del discurso, se reportaron una serie de explosiones en ciudades de toda Ucrania, con CNN, CBC y varios medios de comunicación ucranianos informando de una explosión en la capital, Kiev.

En un comunicado, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que “las oraciones del mundo están con el pueblo de Ucrania esta noche mientras sufren un ataque no provocado e injustificado por parte de las fuerzas militares rusas”.

La decisión se produce días después de que Moscú reconociera la independencia de las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk en el Donbass, alegando que Kiev no había cumplido con sus obligaciones en virtud de los acuerdos de Minsk alcanzados en 2014 y 2015 para resolver el conflicto entre los separatistas y el gobierno ucraniano.

Más tarde, los funcionarios autorizaron lo que describieron como una “operación de mantenimiento de la paz” en la región. Los líderes occidentales durante meses habían pronosticado una inminente incursión, alegando que Rusia ha acumulado tropas cerca de su frontera con Ucrania y en la vecina Bielorrusia, donde Moscú ha realizado simulacros conjuntos en las últimas semanas.

Sin embargo, Rusia ha negado hasta ahora los planes para un ataque, y mantiene que sus acciones en el Donbass serán de naturaleza defensiva. Estados Unidos y sus socios europeos ya han impuesto sanciones a una serie de instituciones financieras, funcionarios y legisladores rusos tras el reconocimiento de los estados separatistas, prometiendo imponer más sanciones si Moscú “invade aún más” Ucrania.