El Jefe del Estado Mayor Conjunto de la las Fuerzas Armadas puso en juego su carrera militar en defensa de los intereses soberanos de la Argentina. Afirma que “resulta totalmente incompatible con la misión militar” de la Argentina y que en la decisión tomada por la Jefatura de Gabinete de Ministros, no intervinieron ni el Ministerio de Relaciones Exteriores, ni Defensa.
En una nota escrita por el Jefe del Estado Mayor Conjunto de la las Fuerzas Armadas de la República Argentina y publicada este 9 de julio en Infobae, titulada: “9 de Julio: soberanía, estrategia militar y ámbito espacial”, el Teniente General Juan Martín Paleo; expone la gravedad que posee la existencia de un radar de empresas británicas en el corazón de la Isla Grande de Tierra del Fuego, al punto de no esconder que el artículo tiene como “propósito” el de “alertar desde el nivel Estratégico Militar, la seria amenaza a la seguridad nacional que supone la puesta en operaciones de la instalación de antenas de radar para el seguimiento de satélites de órbita baja, por parte de la empresa de capitales británicos LEOLABS en la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur”. Asevera que, en la decisión tomada desde la Jefatura de Gabinete de Ministros, “no hubo intervención por parte de los ministerios competentes para tal efecto (Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio y Culto y el Ministerio de Defensa)”, y que su opinión o denuncia pública, tiene por objetivo poner de “manifiesto la necesidad de disponer de una alerta temprana que permita adoptar a tiempo contramedidas que eviten la afectación de nuestros intereses soberanos”.
Abrirle la puerta del gallinero al zorro
Como venimos indicando desde Agenda Malvinas desde el 26 de junio, Paleo también dice que “LEOLABS tiene sede en California (EE.UU)”, pero esta vez, ya con carácter oficial; indica que la misma “está compuesta de capitales británicos pertenecientes al Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (RUGB)”; y que “en su propia página web, LEOLABS publica” no solo “que es la principal empresa mundial proveedora de servicios”, si no que entre sus roles, están especificados: “A) Monitoreo y consciencia situacional de utilidad militar (LEOGUARD); B) Monitoreo de la posición orbital de los satélites (LEOTRACK); C) Identificación y alerta por riesgos de colisión en el espacio (LEOSAFE); D) Asistencia para la ubicación, seguimiento y recuperación de contacto con cargas útiles recién lanzadas a la órbita baja terrestre (LEOLAUNCH); E) Evaluación de los riesgos de colisión satelital; F) monitoreo de lanzamiento de vectores”.
Las afirmaciones del Teniente General no quedan ahí, sino que además las amplia, como para precisar, el carácter “dual” de LEOLABS “(es decir civil y militar)”, y que entre los integrantes de su directorio, “hay ex miembros del Departamento de Defensa de los EE.UU y de la comunidad de inteligencia de dicho país, así como también de la Real Fuerza Aérea Australiana”. Hecho que tiene su concordancia, en tanto y en cuanto que “6 estaciones de radar de LEOLABS están situadas en Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Portugal y Costa Rica”. Siendo los “tres primeros países miembros del “famoso acuerdo de “Five Eyes” que dichos Estados posee con el RUGB y Canadá que tiene por objetivo compartir datos de inteligencia”.
Ahondando los aspectos estrictamente militares, el Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, enumera en qué consiste “la amenaza a nuestra seguridad nacional”, a partir de la instalación de este radar ingles en suelo fueguino y argentino:
1- Brindar alerta temprana y consciencia situacional del espacio de batalla espacial en la órbita baja en la Argentina. Esto en concreto significa que el RUGB podrá monitorear nuestra actividad satelital tanto civil como militar (cuyos proyectos son justamente satélites de órbita baja) desde nuestro propio territorio en Tierra del Fuego.
2- La banda de operación (banda S) declarada por la empresa, coincide con la banda de operación de las estaciones terrenas de emisión y recepción de datos en banda S, recepción en banda X y Ka de los satélites argentinos. Esta significa que podrían interceptar datos y consecuentemente observar objetivos terrestres, marítimos o detectar aeronaves.
3- Seguimiento de trayectorias y lanzamiento de vectores como los que está desarrollando la Argentina desde la CONAE (familia de vectores Tronador).
Misión del Instrumento Militar y el rol de la Inteligencia Estratégica Militar
En la extensa nota de opinión, la que evidentemente Paleo no escribió en una sola tarde; la máxima autoridad militar da cuenta, en qué consiste “la Directiva de Política de Defensa Nacional (DPDN)”; en referencia al “documento de máximo nivel que describe el escenario internacional”, donde están establecidas “la misión al instrumento militar y (…) los lineamientos que debe seguir (…) para cumplir esa misión. Directiva impartida por el Presidente de la Nación que de acuerdo a nuestra Constitución” recae en “el Jefe del Gobierno y en el Comandante en Jefe de las FF.AA”.
En ella subraya; que se encuentra establecida “(…) la persistente presencia militar, ilegítima e ilegal del REINO UNIDO DE GRAN BRETAÑA E IRLANDA DEL NORTE en las ISLAS MALVINAS, GEORGIAS DEL SUR, SÁNDWICH DEL SUR y los espacios marítimos e insulares correspondientes”, situación que “obliga (a las FFAA) a tomar los recaudos de planificación de capacidades, despliegue y organización acordes por parte de nuestro sistema de Defensa”.
Asuntos de Estado que lo llevan una vez más a ratificar, que “la instalación de la base de radar de la firma de capitales británicos LEOLABS resulta totalmente incompatible con la misión militar impartida por el Presidente de la Nación a las FF.AA a través de la DPDN”. Hecho que en párrafos posteriores vuelve a insistir cuando dice que “sería de una inocencia inaceptable en este nivel de Conducción considerar lo acontecido (la instalación del radar de LEOLABS en Tolhuin) como una mera casualidad”.
“En efecto como bien señala la DPDN el dominio aeroespacial resulta de vital interés para la nación en lo que se refiere a la producción de inteligencia estratégica militar. En el marco de nuestra Estrategia Militar Multicapa de Restricción de Área el dominio aeroespacial constituye nuestra primera capa de defensa a los fines de monitorear y estar en condiciones de anticipar mediante el empleo de satélites las maniobras de posibles Amenazas Estatales Militares Externas (AEME). Ser vulnerable en esta primera línea de defensa nos dejaría sin consciencia situacional para monitorear el ejercicio de nuestra soberanía en nuestro territorio y espacio jurisdiccionales y quedaríamos sin la capacidad de anticipar un ataque de una AEME”, asegura el Teniente General. https://agendamalvinas.com.ar/