Bohdziewicz, que fue despedida por el diputado el 2 de enero pasado, se presentó el viernes sin ser citada en la fiscalía que investiga el intento de asesinato de Cristina Kirchner, donde ya había declarado otras dos veces el año pasado. Su relación con el caso se debe a que Jorge Abello (asesor del kirchnerismo en Diputados) dijo que el día anterior al atentado lo había escuchado en el bar Casablanca a Milman decir: “Cuando la maten, yo estoy camino a la Costa”. Milman estaba en ese bar con Bohdziewicz y Gómez Mónaco. Por eso, las dos asesoras fueron citadas como testigos. Ambas negaron haberlo escuchado decir eso (Bohdziewicz, incluso, dijo en un primer momento no haber estado siquiera en el bar, pero se corrigió cuando le mostraron las imágenes de las cámaras). Tras una serie de medidas de prueba, la jueza descartó la versión y denunció incluso a Abello por falso testimonio.

La primera vez que las asesoras de Milman declararon en Tribunales, los abogados de Cristina Kirchner le pidieron a la jueza María Eugenia Capuchetti que secuestrara sus teléfonos, pero la jueza se negó a avanzar con una medida semejante respecto de dos testigos. Finalmente, la Cámara Federal revirtió esa decisión y el fiscal del caso, Carlos Rívolo, que para entonces ya tenía delegada la investigación, se hizo de los teléfonos de ambas el 1° de diciembre pasado, durante una declaración en la que Gómez Mónaco le dijo que había cambiado de celular y Bohdziewicz, que había borrado todo su contenido.

En aquella declaración, Bohdziewicz relató que se había “asesorado” y había eliminado todo. “Tenía fotos íntimas mías comprometedoras”, afirmó el año pasado. El viernes dijo algo parecido: “Mi preocupación era que no se filtren mis fotos. No es que quería borrar algo”. Pero esta vez contó que la decisión la tomó Milman y que ella accedió por el miedo a las filtraciones.

Ivana Bohdziewicz, la ex asesora del diputado de Juntos por el Cambio Gerardo Milman que reconoció que un perito informático había borrado su teléfono en oficinas de Patricia Bullrich, admitió que pidió adelantar su declaración como testigo en la causa por el intento de magnicidio contra Cristina Kirchner porque se sentía “presionada”.
Así se desprende del acta de la ampliación de declaración testimonial que prestó el viernes pasado ante colaboradores de la fiscal Alejandra Mángano en los tribunales federales de Comodoro Py 2002.
Bohdziewicz explicó que esa operación de borrado de teléfonos se realizó en oficinas de Patricia Bullrich sobre la Avenida de Mayo aproximadamente el 10 de noviembre del año pasado, cuando la querella de la vicepresidenta había pedido el secuestro de los aparatos.

De la declaración se desprende una supuesta maniobra engañosa hacia la jueza María Eugenia Capuchetti y al fiscal Carlos Rívolo, pues en el borrado de los teléfonos también fueron manipulados los del propio Milman y los de Carolina Gómez Mónaco, otra colaboradora del diputado.

Bohdziewicz se quedó sin trabajo en enero pasado, pero Gómez Mónaco continúa en el staff de Milman y fue ella quien se interesó por saber qué diría su ex compañera en la ampliación de testimonial, según prueban capturas de chats que presentó en la Justicia.

“Carolina decía que se ponga las pilas, que nos dé un respaldo, que con el Mundial no se calmaba nada, y me comenta que Milman le dijo que había hablado con Patricia y que nos iba a poner un perito para ver la información que tenían los celulares porque era probable que se filtrara nuestra información”, relató la testigo.

Bohdziewicz se confesó “aterrada” por esa eventual filtración y que los llamados de Gómez Mónaco cuando ya no eran compañeras de trabajo la asustaron.

«Un mes exacto sin hablar con nadie. Carolina me manda unos mensajes, y a esa altura yo ya me sentía muy presionada por esta cuestión”, resumió.
“Preguntada por el Sr. Auxiliar Fiscal a la compareciente para que diga si sabe si Gómez Monaco o Gerardo Milman tenían en sus teléfonos alguna información que pudiera tener relación con el hecho que se investiga en estos actuados, respondió: ‘no, sino me hubiera acordado respecto del de Gómez Monaco, y respecto del teléfono de Milman, no sé«, se lee textual en uno de los párrafos de la declaración.
Gómez Mónaco tenía una segunda línea que no estaba registrada a su nombre y que no fue entregada a la Justicia; la otra, la que sí estaba a su nombre, la secretaria compró un teléfono nuevo y fue ese el que llevó al juzgado de Capuchetti.



“Nos fuimos a Av. De Mayo 953, tercer piso, oficina Patricia Bullrich, si no me equivoco, llegamos ahí, no había nadie, solo estaba Milman con el perito, cuyo nombre no recuerdo, pero era morocho, grandote, de unos 60 años aproximadamente, vestido de civil, no recuerdo si estaba con bastón”, relató Bohdziewicz.

”.

“Resulta muy impresionante no sólo la naturalización de la violencia política sobre mi persona, sino también el encubrimiento del intento de asesinato ocurrido el 1 de septiembre”, añadió la vicepresidenta. También el presidente, Alberto Fernández, se hizo eco de la situación.

En sus redes sociales, Patricia Bullrich publicó un tuit: “Ya no saben que inventar frente al total y absoluto fracaso de su patético cogobierno. Conmigo, El 10 de diciembre el kirchnerismo se acaba”.

En la causa judicial no hay constancias que indiquen que Bohdziewicz tenga o haya tenido algún vínculo con el kirchnerismo.

Fuentes: Diario Rio Negro, La Nacion y SEPRIN