Nadie escapa al archivo y se entiende la defensa contra las protestas violentas en Brasil…

Fue en el marco de la famosa Operación ‘Lava Jato’, que investiga el monstruoso esquema de corrupción de la petrolera estatal brasileña Petrobras, cuando los trapos sucios de Odebrecht comenzaron a salir a la luz

https://www.justice.gov/opa/press-release/file/919911/download

Otrora símbolo del emprendimiento brasileño, el conglomerado de la construcción Odebrecht es hoy sinónimo de corrupción. El terremoto desencadenado por el caso no cesa de sacudir América Latina, siendo el exmandatario peruano Alejandro Toledo y el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos los últimos en sentir sus temblores.

¿EN QUÉ CONSISTE EL ESCÁNDALO?

Fundada por el ingeniero Norberto Odebrecht en Salvador de Bahía (Brasil) hace siete décadas, la empresa constructora que lleva su apellido creció como la espuma hasta convertirse en un imperio que opera en cerca de una treintena de países con más de 100.000 empleados, según datos de la propia organización.

Fue en el marco de la famosa Operación ‘Lava Jato’, que investiga el monstruoso esquema de corrupción de la petrolera estatal brasileña Petrobras, cuando los trapos sucios de Odebrecht comenzaron a salir a la luz.

La justicia estadounidense reveló que la empresa había invertido 788 millones de dólares en sobornos en doce países: Angola, Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala, México, Mozambique, Panamá, Perú, República Dominicana y Venezuela.

La inversión fue productiva, ya que reportó a Odebrecht y cómplices más de 3.300 millones de dólares en proyectos.

Odebrecht y Braskem S.A., una compañía petroquímica controlada por el conglomerado, se declararon culpables y pagaron una multa de 3.500 millones de dólares.

En septiembre de 2011, según registros oficiales, Roberto Baratta, en ese entonces subsecretario de Coordinación y Control de Gestión del Ministerio de Planificación Federal, recibió en su despacho a Flavio Farias en carácter de representante de Odebrechtpara tratar “temas varios”. En abril y febrero de 2008 también se habían reunido para hablar sobre gasoductos. En 2006, Farias también se reunió con Fulvio Madaro, en ese momento presidente del Enargas. Madaro fue separado de su cargo por el Caso Skanksa, la empresa sueca que también reconoció el pago de sobornos a funcionarios argentinos. En ese caso para la construcción del Gasoducto Norte.

La sociedad Negocios Inmobiliarios está muy comprometida ante la Justicia por sus vínculos directos con el empresario detenido, Lázaro Báez. En esa sociedad se recibieron pagos por alquileres desde empresas beneficiadas con obra pública y múltiples negocios. La Justicia Federal investiga si en esos pagos se encubrían pago de sobornos y lavado de dinero. Según la última declaración jurada de Máximo, esa sociedad fue vendida en 2015, el medio del escándalo judicial.