Aseguran quienes conocen los tiempos de la política, que la euforia de los campeonatos del mundo son el momento ideal para aprobar proyectos polémicos sin que nadie se dé cuenta. Siguiendo esta regla, mientras la sociedad aún mira con asombro y alegría las imágenes del seleccionado nacional, el gobernador Axel Kicillof se embarca en llamativos gastos que parecieran pasar desapercibidos por todos.

Uno de ellos es, sin lugar a dudas, el proceso de compra Nro. 614-0555-LPU22, ordenado por el subsecretario Gustavo Ferri. Mientras el grueso de los bonaerenses naufraga en una crisis sin precedentes y exigen gestos de austeridad de la clase política, el gobierno bonaerense gastará varios millones en “hacerse autobombo” con productos de márketing.

Botellitas de agua personalizadas, sombrillas, mesas plegables, presentes institucionales, gorras con el logotipo de la gestión Kicillof, bolsos, llaveros, cuadernos, señaladores y otros objetos apuntados únicamente a empujar la imagen del gobernador en cualquier lugar donde entre.

La licitación quedó en manos del flamante Organismo Provincial de Contrataciones, un engendro que nació de la mano del crecimiento exponencial de ministerios y direcciones provinciales que impulsó Axel Kicillof, que llevó a que la administración pública bonaerense aumente un 140 por ciento la cantidad de funcionarios.

El todopoderoso OPC se encuentra en manos de Gustavo Ferri, cuyo gran amor de la vida fue Juliana, la hija del ex presidente Eduardo Duhalde. Juntos tuvieron tres hijos, BernardoFranco y Isabel. Puertas adentro del entorno de Ferri se admite que “le debe su carrera política al ‘Cabezón’”.

En efecto, gracias a su cercanía con los Duhalde, el ahora funcionario de Kicillof fue diputado nacional, provincial, ministro y eterno funcionario público, siempre viviendo de salarios del estado.

Ferri nunca se destacó por tener una filiación política clara. Mientras ahora se muestra como un convencido funcionario de Kicillof y propone gastar varios millones en llaveritos con la cara del gobernador, años atrás recorría la provincia de Buenos Aires proponiendo unir a DuhaldeMauricio Macri y Francisco de Narváez para derrotar al kirchnerismo. En una de sus visitas a Olavarría, en efecto, sugirió que “sólo armando un gran frente electoral es que podemos derrotar al kirchnerismo, y ese frente tiene que incluir a Duhalde, a Macri y a De Narváez”.

Hoy, de pronto convertido en un convencido kirchnerista, Ferri apela a un millonario gasto que poco y nada tiene que ver con las urgencias que atraviesan los bonaerenses. Mientras la gente se moviliza con pedidos de trabajo y alimentos, el kirchnerismo vuelve a apostar a lo que sabe: asistencialismo y marketing. (www.REALPOLITIK.com.ar)