Para Wall Street, Massa tendrá que devaluar: proyectan oficial a $357
Massa intenta frenar los dólares financieros que siguen subiendo
El despertar de los dólares financieros sigue siendo un síntoma de la desconfianza que aún hay con el plan Massa en el frente cambiario. Los emisarios del ministro de Economía repiten en público y en privado que no habrá una devaluación pero el mercado cree que habrá que ajustar más rápido el tipo de cambio oficial porque el BCRA llegará con reservas en rojo. Así lo ven, incluso, en Wall Street donde la apuesta de moda es que habrá un retoque cambiario y quien tendrá que asumirlo es este mismo Gobierno.
“La perspectiva de equilibrio externo de Argentina ha seguido deteriorándose”, dice el último informe de XP Investments firmado por Alberto Bernal. El financista recuerda que la brecha cambiaria tomando el “contado con liqui” está otra vez arriba de 100%, en el nivel más alto visto desde el 18 de octubre.
Y, además, en el mercado de dólar futuro que se negocia en el exterior la apuesta es a que Massa tendrá que devaluar más rápido. El NDF (o sea el contrato del peso contra el dólar que se negocia entre privados sin intervención del BCRA como ocurre en el MAE o el Rofex) a 12 meses cotiza ahora a $357, lo que implica una depreciación esperada del 120% del tipo de cambio oficial en el plazo de un año. En el Presupuesto, Economía propuso que el dólar oficial cotice a fin de año en $269,90. Los contratos más cortos también muestran una aceleración de la devaluación: a seis meses está en $257, casi lo mismo que lo que prevé el oficialismo para todo el 2023.
XP Investments afirman que la situación de la brecha, lo que despierta la apuesta a que el dólar oficial deberá “saltar” es de máxima preocupación “a pesar de los esfuerzos del Banco Central de Argentina para controlar la corrida cambiaria”.
Para la compañía financiera, “este proceso de erosión de reservas ha persistido a pesar de que el crecimiento de la base monetaria se sitúa ahora en solo 31% interanual términos nominales, lo que implica que, de hecho, se está produciendo una contracción muy agresiva de la participación de la base monetaria en el PIB nominal”.
Goldman Sachs, uno de los bancos más grandes del mundo, apuntó en su reciente perspectiva para el 2023-2024, que en Argentina se pronostica que la inflación general alcanzará los tres dígitos para el primer trimestre del 2023 “dada la recurrente monetización de grandes déficits fiscales, credibilidad de las políticas y controles de precios y divisas cada vez más costosos e insostenibles”.
“Prevemos una gran devaluación, o un aumento de la depreciación mensual del fuertemente administrado dólar oficial y el restablecimiento de algunos de los controles de precios actuales y tarifas reguladas para limitar el impacto en el presupuesto de los costosos subsidios y reducir el riesgo de escasez”, afirmó Goldman Sachs que pronosticó el dólar oficial a $293 para finales del año que viene.
Por ahora, pareciera que Massa quiere resistir un salto del dólar a cómo de lugar. Avisó que tiene un poder de fuego de US$ 10.000 millones luego de activar el swap chino. Se verá.
Su emisor hacia el mercado, Gabriel Rubinstein, también viene avisando que el plan es no devaluar. Pero él mismo tuvo que admitir que el dólar oficial está atrasado. ¿Cuánto? Algunos cálculos hablan de que está 27% abajo. No es menor.
Por eso la pelea real se dará si Economía logra frenar la salida de dólares del BCRA y empezar a desactivar la suba de los tipos de cambio paralelos. Si la brecha vuelve arriba del 100% y el Central queda de la ventanilla vendedora, el mercado le seguirá apostando a que, más tarde o más temprano, le ganará la pulseada al Gobierno y tendrá que sincerar un valor del dólar que no tiene nada que ver con la realidad. Final abierto.
MAS DATOS , QUE QUIERE HACER MASSA PARA FRENAR EL DOLAR FINANCIERO QUE ESTA HOY A $320 MIENTRAS QUE EL BLUE ESTA A $310
El principal objetivo es bajar la inflación en los próximos meses para que el kirchnerismo pueda llegar con mejores chances a las elecciones. Pero para eso deberá evitar sorpresas en el frente cambiario
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El equipo económico, obligado a cuidar las reservas. REUTERS/Lee Jae-Won/File Photo
El arranque de la semana financiera en el mercado local será un buen termómetro para el comportamiento del dólar. Ahora todas las variables de los distintos tipos de cambio financieros volvieron a ubicarse por encima de los $ 300 y la brecha cambiaria supera nuevamente el 85%. Sergio Massa, sin embargo, sigue el tema de cerca y procura evitar cualquier tipo de sorpresa en los próximos meses, sobre todo pensando en pasar un fin de año sin mayores sobresaltos.
El viernes las distintas cotizaciones cerraron con leves bajas, tras haber subido durante toda la semana. El “contado con liquidación” disminuyó casi 1% hasta $ 327, mientras que el dólar MEP se quedó casi en los mismos niveles de la jornada anterior, a $ 313. El dólar libre o informal disminuyó levemente a $ 306.
El objetivo principal que tiene entre ceja y ceja el ministro de Economía es lograr una baja notoria de la inflación. En un reportaje radial del fin de semana incluso se jugó y dijo que espera en abril un índice que arranca con 3. Pero para eso es fundamental que no haya grandes sorpresas con los distintos tipos de cambio.
Una de las incógnitas es si el dólar oficial seguirá aumentando a un ritmo de entre 6% y 7% mensual, o por el contrario la decisión del Gobierno será desacelerarlo para favorecer el proceso de desinflación. Una decisión en esa dirección sería muy peligrosa, porque acentuaría todavía más el atraso cambiario. Actualmente, el tipo de cambio real está 27% abajo respecto del nivel que recibió Alberto Fernández en diciembre de 2019.
Para evitar fuertes saltos cambiarios, como el ocurrido en el bimestre junio-julio, Massa procura llevar adelante varias medidas simultáneamente, tanto desde el frente cambiario como del financiero. Éstas son algunas de ellas:
– Mantener un control estricto sobre los agregados monetarios: el BCRA continuará con su política de fuerte absorción de pesos. En un contexto de baja demanda de dinero, sería muy peligroso dejar tantos pesos en circulación ya que aumentaría la presión sobre el tipo de cambio. El costo es un fuerte aumento de los pasivos en poder del Central, que remuneran una tasa efectiva que ya supera el 100% anual. La situación podría complicarse a partir del segundo trimestre de 2023, cuando las elecciones ya estén a la vuelta de la esquina y se complique más la posibilidad de refinanciar los bonos en pesos.
– Seguir trabajando en el fortalecimiento de las reservas: En los últimos días hubo anuncios relevantes en esa dirección. Por un lado, la posibilidad de usar USD 5.000 millones del swap con China, por lo cual se busca que ese monto pase a ser de reservas de “libre disponibilidad”. Por otra parte, según se estuvo negociando en el encuentro del G-20 con la número uno del FMI, Kristalina Georgieva, el organismo podría efectuar el próximo desembolso antes de fin de año. Sería por el equivalente a USD 6.250 millones, que obviamente también ayudaría para consolidar el balance del BCRA.
– Consolidar el superávit comercial, sobre todo por control de importaciones: Se trata de un aspecto clave para transitar lo mejor posible el 2023. Por un lado, la expectativa de exportaciones que como mínimo se mantengan a pesar de la sequía, ya que se esperan importantes aumentos de las ventas al exterior por parte del sector minero y la economía del conocimiento. Pero al mismo tiempo el nuevo sistema de importaciones impuso fuertes restricciones, privilegiando solo aquellas compras de bienes que facilitan los procesos productivos de las empresas. Claro que el costo es una menor oferta de productos, que eventualmente podrían impactar sobre la inflación futura.
A pesar de la suba de los últimos días, por ahora el “escenario base” que manejan la mayoría de los economistas es que Massa estará en condiciones de evitar una nueva crisis cambiaria.
Fuente Infobae y el Economista