El gigante bancario suizo Credit Suisse está envuelto en serios problemas financieros y según su director ejecutivo, Ulrich Koerner, la entidad se encuentra en un “momento crítico” mientras espera su última revisión estratégica, prevista para el próximo 27 de octubre.

Sin embargo, Koerner destacó a través de un memorando dirigido a los empleados que no se deberían confundir las fluctuaciones de los precios de las acciones que se registran “día a día” con “la sólida base de capital y posición de liquidez” de la empresa. 

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Sus declaraciones se produjeron mientras las acciones de Credit Suisse se acercan a su mínimo histórico y en medio de lo que podría ser una gran reestructuración del banco de inversión, recoge Bloomberg. Tan solo hace un año, su capitalización de mercado se situaba en 22.300 millones de dólares, mientras que a día de hoy es de tan solo 10.400 millones de dólares. A su vez, las acciones de Credit Suisse se desplomaron un 56,2 % en un año, posicionándose en 3,98 dólares por unidad, informa The Street.

“Soy consciente de que hay mucha incertidumbre y especulación tanto fuera como dentro de la empresa”, dijo Korner a los trabajadores. “Si bien apreciarán que no puedo compartir los detalles de nuestros planes de transformación antes del 27 de octubre, también quiero asegurarme de que tengan noticias mías directamente durante este período desafiante. Por lo tanto, les enviaré una actualización regular hasta entonces”, aseguró. 

Los escándalos

En 2021 prácticamente se sucedieron varios escándalos que causaron pérdidas de varios miles de millones de dólares al banco y dejaron una impronta en su reputación. El primero estuvo relacionado con la quiebra de la compañía británica Greensill, fundada en 2011 y especializada en conceder préstamos a empresas y convertir sus deudas en valores financieros que revendía a los inversores.

Sin embargo, estos últimos, entre ellos Credit Suisse, empezaron a dudar de los valores reales de las deudas y finalmente abandonaron Greensill, que se declaró en quiebra en marzo de 2021. Hasta entonces, el banco suizo había invertido 10.000 millones de dólares de sus clientes en productos de la empresa británica.

El segundo escándalo estalló en la primavera de 2021, involucrando a Archegos Capital Management. Su fundador, Bill Hwang, es un inversionista de Corea del Sur afincado en Nueva York, cuya empresa Tiger Asia acabó convirtiéndose en Archegos después de ser acusada de abuso de información privilegiada en 2012. Hwang acabó convenciendo a los bancos, entre ellos también a Credit Suisse, para que le prestaran 30.000 millones de dólares para las inversiones. Sin embargo, en marzo de 2021 las operaciones de Archegos dejaron de ser exitosas y, finalmente, la empresa de Hwang también acabó quebrando y no pudo cubrir las pérdidas que generó a los bancos. 

La caída de las acciones

Mientras tanto, las acciones de Credit Suisse volvieron a caer en picado este lunes, sufriendo una pérdida de un 11,52 % hasta situarse en 3,56 dólares y, unas horas más tarde, en 3,73 dólares. El desplome se produjo en medio de los informes de Financial Times que apuntaban a que durante el fin de semana altos ejecutivos de Credit Suisse habían contactado con sus principales clientes e inversionistas para calmarlos acerca de las preocupaciones sobre su solidez financiera.

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Al mismo tiempo, uno de los ejecutivos que participó en las conversaciones negó al periódico la información que circulaba en varios artículos de prensa recientes, y según los cuales la empresa prestamista suiza se había dirigido formalmente a sus inversores sobre la posibilidad de recaudar más capital e insistió en que Credit Suisse “estaba tratando de evitar tal movimiento con el precio de sus acciones en mínimos históricos y mayores costos de endeudamiento debido a las rebajas de calificación”.

“En cuanto a Credit Suisse, las acciones del segundo conglomerado financiero más grande de Suiza cayeron prácticamente a los mínimos de 2008”, declaró el periodista Vitali Smantser, establecido en Berlín. Señaló que se trata de una “triste señal” tanto para la economía europea como para la mundial.

Los problemas de Deutsche Bank

Credit Suisse no es el único banco cuyo funcionamiento se está tambaleando. En opinión de Smantser, la reestructuración de Deutsche Bank ya ha empezado en medio de los mínimos históricos que están batiendo sus acciones.

“En primer lugar, los informes de que las acciones de Deutsche Bank se hundieron están relacionados con el incidente del Nord Stream“, aseguró Smantser, citado por el portal BFM. Según el periodista, los daños en los gasoductos generaron “pánico en las bolsas de valores europeas y, en primer lugar, esto, por supuesto, afectó a la economía alemana y a las acciones de Deutsche Bank como el mayor conglomerado financiero” de Alemania.

Por otra parte, el periodista señaló también que Deutsche Bank empezó a perder clientes debido a las incomodidades que surgieron en sus servicios. Entre ellas, por ejemplo, la reducción del número de cajeros automáticos, lo que obliga a los usuarios de las tarjetas bancarias de Deutsche Bank a sacar efectivo en otras entidades bancaria y, en consecuencia, a pagar comisiones. 

Sin embargo, el experto no ve razones para entrar en “pánico”, ya que es muy posible que las autoridades alemanas o de la Unión Europea lleven a cabo intervenciones para “intentar rectificar la situación”. “Es decir, como durante la crisis financiera de 2008, hay que esperar que, muy probablemente, el Gobierno federal de Scholz proporcione un paquete adicional de medidas, uno muy grande, para, si no salvar, entonces mantener a flote a Deutsche Bank”, declaró. 

RT.com