Es que, además, el gasto de 43 millones de pesos para contratar a Ulises Bueno despertó el malestar y rechazo social. El despilfarro de las cuentas municipales por parte del ladero directo del gobernador Juan Schiaretti, es una constante en la gestión.https://ff58ffd9efc943c700bf92ed6c8bf376.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.html

“La obra está hecha y totalmente paga. Creo que se gastó más porque el contrato además preveía el tipo de inflación que iba a haber en el transcurso de la obra (que comenzó en abril), pero todo eso va a ser producto de los pedidos de informe que se van a hacer ahora y en base a eso los pasos a seguir”, dijo el legislador radical Miguel Nicolás.

Precisamente, sobre el asunto, hoy los concejales de la oposición se reunían para analizar y evaluar un pedido de informes. “Tendría que actuar la fiscalía anticorrupción, averiguar y escarbar hasta el fondo este tema para ver si ha habido evasión o malversación”, añadió.

No es la primera vez que al jefe comunal cordobés se le va la mano con la plata del contribuyente. Lleva en su haber un largo derrotero de gastos que no cayeron muy bien en el humor social. Antes había aplicado 172 millones de pesos del presupuesto para obras ornamentales en el edificio municipal, 700 millones por una ciclovía voladora, 60 millones en propaganda para la Maratón 2021, 150 millones por la Bicicleteada 2022 y la frutilla del postre: el recital de Ulises Bueno en la ciudad que terminó suspendido, aunque en las arcas municipales el monto de 43 millones está “imputado” administrativamente.

“La insensibilidad y la indiferencia del intendente Llaryora para direccionar el malgasto descontrolado lo pinta de cuerpo entero. Gastó 60.570.300,59 pesos para remodelar su oficina, mientras la pobreza en Córdoba es una de las más altas del país. La gente en las villas se muere de frío, pasa hambre y necesidad por responsabilidad de un estado municipal que también los expulsó al cinturón de precariedad”, se había quejado Nicolás y la protesta despertó a buena parte del arco político que se subió a la ola de reclamos contra Llaryora.

Es que el derroche de lo que en Córdoba Capital califican de “suntuario” es ni más ni menos que la “remodelación y puesta en valor” por 60.570.300,59 que le pagará a la firma ICARO SA. El recital de Bueno, colmó la paciencia.

“Es notable que LLaryora no dimensione el estado de emergencia que él mismo decretó en la municipalidad, por lo menos para darse el lujo de gastar esa millonaria cifra, equivalente a diez viviendas de dos dormitorios en cualquier barrio de la ciudad”, continuó Nicolás. “La impunidad con la que malgasta los fondos públicos, es alarmante. Intentó gastar 43 millones en un cumpleaños que fue suspendido por el repudio generalizado de la gente y ahora sale a la luz este gasto millonario de más de 60 millones de pesos en remodelar su oficina”. (www.REALPOLITIK.com.ar)- Mónica Galván