A pesar que en un momento el Gobierno de la ciudad implementó en septiembre de 2018 , Talleres para ver la aplicación y la consecuencias etc. dados por Diana Maffia.

4 Años después el gobierno de la ciudad decidió prohibir el lenguaje inclusivo que no es aceptado por la Real Academia española y es una aberración del idioma. De Hecho si se evalúa en practica del lenguaje debería aplazarse el uso de esta aberración ya que ni se pueden aplicar las reglas gramaticales del idioma.

El gobierno porteño prohibió el lenguaje inclusivo en las escuelas, puntualmente aquellas expresiones que incluyen la “e”, la “x” o el “@” como “chiques”, “bienvenidxs” o “alumn@s”. Lo hizo a través de una resolución que acaba de llegar a los colegios y que empieza a regir desde hoy mismo, aunque reconocen que será un proceso gradual hasta que se refleje en su totalidad.

Según supo Infobaela medida alcanza tanto a las escuelas públicas como a las privadas de la Ciudad y a los tres niveles obligatorios (inicial, primaria y secundaria). “Establézcase que en el ejercicio de sus funciones, los/as docentes deberán desarrollar las actividades de enseñanza y realizar las comunicaciones institucionales de conformidad con las reglas del idioma español, sus normas gramaticales y los lineamientos oficiales para su enseñanza”, ordena la norma.

De acuerdo a lo que explicaron, la resolución apunta a eliminar todas las barreras y distorsiones del lenguaje tanto en la enseñanza de parte de los docentes, como en las comunicaciones formales con las familias y en los carteles que se encuentran en el establecimiento. En concreto, todas las expresiones con la “e”, la “x” y el “@” quedan prohibidas más allá de en diálogos informales como en los recreos o en las salas de profesores.

“Sabemos que el lenguaje va mutando y no somos ajenos a eso, pero ese tipo de distorsiones generan dificultad para aprender las reglas gramaticales y básicas de la lengua. Es algo que venimos trabajando con especialistas y si bien no hay evidencia porque aún todo es muy nuevo, coincidimos en que va en contra del aprendizaje. Nosotros tenemos la obligación de enseñar el uso correcto de la lengua. Después los chicos son personas libres y pueden adecuarlo como crean conveniente”, señaló Soledad Acuña, ministra de Educación porteña.

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