El gobernador bonaerense Axel Kicillof, acompañado por el jefe de Gabinete Carlos Bianco, encabezó una conferencia de prensa con los anuncios por restricciones en la provincia de Buenos Aires y aseguró que «No es una ola, es un tsunami», en referencia al incremento de casos registrados en las últimas semanas.

Entre todos los gastos superfluos e innecesarios en los que se vio envuelta la gestión de Axel Kicillof en los últimos dos años, posiblemente éste sea uno de los pocos que se encuentra enteramente justificado. Es que, desde la asunción del Frente de Todos en la Gobernación bonaerense, los trabajadores de las distintas dependencias del ministerio de Hacienda se han quejado del estado de absoluto abandono en el que han caído los edificios públicos.

La pandemia también hizo lo suyo. Con la poca afluencia de los empleados y contribuyentes que día a día abarrotan la administración pública de la provincia de Buenos Aires, la naturaleza fue ganando terreno. Insectos, roedores y hasta plantas han crecido en los rincones en los que se acumula tierra y polvo. Las ratas han hecho un festín de los viejos expedientes de formato papel y las cucarachas son moneda corriente en las oficinas.

En este sentido, el ministro de Hacienda bonaerense, Pablo López, decidió lanzar una licitación para terminar (o al menos controlar) las infestaciones que acosan a diario a los trabajadores de la provincia. A través del proceso de compra Nro. 34-0335-PAB21, el ministerio contratará un servicio de control de microorganismos, insectos y roedores.

De acuerdo al pliego licitatorio, el servicio abarcará 11 dependencias del ministerio de Hacienda, entre ellas el depósito central, el archivo general, la dirección provincial del Registro de la Propiedad, el jardín maternal y el departamento de Automotores de la calle 60 esquina 115.

Durante doce meses, se llevarán adelante servicios mensuales de control de microorganismos, insectos y roedores, que abarcará desde la desinfección de sanitarios, la desinsectación de muros, perillas de luz y superficies y la desratización con cebos especialmente en los archivos.

El presupuesto fue un problema para la gestión de López. A pesar de que el ministro le otorgó un monto de 720 mil pesos, la mayoría de las empresas que se presentaron fueron algo más allá. Por ejemplo, Agus Fumigaciones SRL presupuestó 1 millón de pesos, y FASDAS SRL 840 mil. (www.REALPOLITIK.com.ar)