La detención del exjefe de contrainteligencia chavista, Hugo “El Pollo” Carbajal, y sus comparecencias en la Justicia española, pueden abrir la caja de Pandora de uno de los negociados más escandalosos de las últimas décadas, mezclado de ideología, corrupción, terrorismo y sospechas de narcotráfico. Un cocktail extraño y peligroso tapado con las ideas del progresismo y la supuesta defensa de los más humildes.

Concretamente, este oscuro personaje que supo ser influyente en el entorno de Hugo Chávez conoce a la perfección los vínculos políticos de Venezuela Irán para financiar con millones de dólares a los partidos populistas de Hispanoamérica, entre ellos el kirchnerismo. Si algo le faltaba al Frente de Todos es la investigación judicial que se tramita en España que puede dejar en evidencia que las supuestas coincidencias ideológicas entre gobiernos afines también servían para hacerse millonarios.

Hasta ahora ha transcendido que “El Pollo” asegura en un escrito al juez Manuel García-Castellón que el Gobierno de Nicolás Maduro financió a Podemos hasta, al menos, julio de 2017. También reveló los vínculos económicos del régimen venezolano con Néstor Kirchner en Argentina, Fernando Lugo en Paraguay, Ollanta Humala en Perú, Manuel Zelaya en Honduras y Gustavo Petro en Colombia.

Además, Carbajal, según medio españoles, cuenta en su presentación que un emisario venezolano recogía el dinero de la Embajada de Cuba en Caracas, casi una extensión del Palacio de Miraflores, y que llegaba a Podemos por distintas vías: con entregas de efectivo en mano en tierra venezolana o enviándola a España por valija diplomática. Este modus operandi también fue empleado con los gobiernos de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner. Desde la diplomacia paralela que manejaba Julio De Vido, hasta la famosa valija de Antonini Wilson llena de dólares.

El personaje en cuestión genera enorme interés por los Estados Unidos para que sea extraditado ya que colaboró con las FARC para financiarlos y a la vez introducir grandes cantidades de droga en ese país. Como en la película, “El Pollo” es el hombre que sabía demasiado. Los vínculos del chavismo también con Cuba, Irán y el terrorismo islámico. Una agenda que también genera sumo interés en el Mossad, poderoso servicio de inteligencia israelí.

Otras de las cuestiones non sanctas que pueden salir a la luz tienen que ver con los estrechos vínculos entre el kirchnerismo y Podemos. Hay varias figuras que han sido estratégicas en la construcción del vínculo político y económico. Pablo Iglesias y Pablo Gentili, un argentino que terminó como jefe de Gabinete de la fuerza chavista de España. Incluso, Gentili terminó siendo influyente en el entorno de Iglesias. Sin embargo, a fines de 2019 decidió volver al país con el triunfo de Alberto Fernández y pasó a desempeñarse como secretario de Cooperación Educativa y Acciones Prioritarias del Ministerio de Educación de la Nación, a través de su vínculo con Nicolás Trotta. Abriendo el paraguas Gentili acaba de renunciar.

El otro protagonista es el español Alfredo Serrano Mancilla. Trabajó varios años con el chavismo en Venezuela y asesoró a Evo Morales y a Rafael Correa, actualmente es colaborador de Fernández es fundador y director del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), la web ideológica de Podemos para Latinoamérica. Hace encuestas financiadas por el Estado, pero su extenso trabajo en Buenos Aires para las PASO fue un fracaso absoluto.

Tampoco debe dejar de señalarse el rol del exjefe Montonero, Mario Fimenich, afincado en la comodidad de una pequeña ciudad en las afueras de Barcelona. Ha apadrinado a varios argentinos dentro de Podemos y del independentismo catalán, como Gerardo Pisarello, funcionario de la Alcaldía de esa ciudad y defensor de la ETA. Además, Facundo Firmenich es asesor del partido que condujera Iglesias y trabajo con argentinos emigrados de origen kirchnerista. Un verdadero entramado con personajes siniestros.

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