Los intendentes peronistas del Gran Buenos Aires descreen de la posibilidad de dar el vuelta la elección en noviembre y admiten que no movilizaron más en sus distritos “porque la gente nos votaba en contra”. Reconocen que hay gran enojo con el oficialismo con en su base electoral.

Pese al entusiasmo que generó entre los intendentes peronistas del Gran Buenos Aires la “intervención” del gabinete de Axel Kicillof, lo cierto es que la mayoría de ellos descree seriamente de la posibilidad de dar vuelta el escenario electoral adverso del domingo 12. “Partido liquidado”, dice un intendente de la zona oeste del conurbano en referencia a las perspectivas para los comicios generales del 14 de noviembre.

El desembarco de dos colegas en la administración cambia sustancialmente la relación de fuerzas. Los alcaldes descartan que Martín Insaurralde al frente de la jefatura de Gabinete le va a dar más volumen político a la gestión del gobernador, quien se encerró durante casi dos años con su grupo de amigos y no abrió el juego a los protagonistas del oficialismo bonaerense. “Pero ahora es muy tarde, con baja participación no pudimos sacar diferencia con el aparato, imagínate con mayor afluencia de votantes, nos pasan por arriba”, comenta con reserva otro jefe comunal del GBA.

Ante la consulta de MDZ a varios jefes territoriales respecto a algunas críticas que se escuchaban contra ellos por haber “jugado a media máquina”, la coincidencia generalizada es que “hay una rebelión en la base social que siempre nos votó”. “Están podridos y ya no sólo por la malaria económica”, describe un puntero de la Tercera Sección Electoral. “La verdad es que no llevamos más gente porque nos iban a votar en contra”, se sincera la mano derecha de un Barón que ganó en su distrito.

MARIO ISHII ES UNO DE LOS DENOMINADOS BARONES DEL CONURBANO BONAERENSE.

“No nos dieron bola en los últimos meses cuando le empezamos a transmitir a Alberto Fernández que se podía perder la provincia”, confiesa un vocero de los jefes comunales. Comentan que el más activo en enviar alertas fue el polémico intendente de José C. Paz, Mario Ishii. Gobierna desde hace décadas uno de los municipios más pobres de la Primera Sección Electoral y tiene muy desarrollado el olfato de su base electoral. Así como en 2013 avisó en Olivos que se lanzaba Sergio Massa por afuera del Frente para la Victoria y que iba a ganar esas legislativas, esta vez le anticipó a Alberto Fernández que la cosa venía mal para el oficialismo.

El temor de los Barones pasa ahora por donde ir a buscar más votos con su electorado tan enojado. “El promedio de participación en el segundo y tercer cordón fue del 62{688a8ce96c256f08401d8e2f5c8db48dc2792b622bdd2a5bb1e6509fa5d7b8e2}, quien te asegura que los que se quedaron en su casa en las PASO nos van a votar a nosotros en noviembre”, dice el mismo vocero con mucho desconcierto. “Y encima lo traen de vuelta a Aníbal Fernández que es un compañero, pero ya sabemos que es piantavotos, no se puede entender”, agrega con cierto fastidio

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