La propuesta de Uruguay de flexibilizar el Mercado Común del Sur (Mercosur) ingresó formalmente este lunes al bloque, en el marco de una reunión de cancilleres celebrada virtualmente bajo el auspicio de Argentina, que tiene la presidencia temporal.
Así lo anunció en sus redes sociales la Cancillería uruguaya, que sostuvo que la propuesta diseñada por el titular de Exteriores, Francisco Bustillo, y la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, cuenta “con el apoyo total de Brasil”.
“Argentina, en ejercicio de la presidencia pro tempore, convoca a una reunión extraordinaria del Consejo Mercado Común (Cancilleres y Ministros de Economía), de forma presencial en Buenos Aires la segunda quincena de mayo”, agregó al respecto la cartera de Relaciones Exteriores uruguaya.
La propuesta de Uruguay pasará ahora a estudio de los coordinadores del Grupo Mercado Común “con el fin de generar los insumos que habiliten a tomar decisiones en la próxima reunión del Consejo Mercado Común”.
Horas antes, el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, había recordado, a preguntas de la prensa, que “si todos (los socios) no están de acuerdo, el Mercosur no avanza”, en alusión a la propuesta enviada por su país a Argentina, Brasil y Paraguay, que discutieron los respectivos cancilleres en una sesión virtual.
“No existe votación en el Mercosur, no es que ganamos 3 a 1 la votación. El Mercosur se mueve por consenso, si está bien, si está mal… me parece que discutir eso es llover sobre mojado. Si todos no están de acuerdo, el Mercosur no avanza”, indicó el mandatario, que durante el día recibió la segunda dosis de la vacuna contra el COVID-19 en un histórico hospital de Montevideo.
Lacalle Pou comentó que la propuesta de Uruguay pretende “atacar ese punto”, de manera que quienes “no quieren avanzar por determinada razón, que le den lugar a uno de los socios para que avance o en determinadas velocidades o con otros países” para ampliar el mercado “y no pagar tantos aranceles”.
En concreto, la propuesta contempla en su artículo 7 tres ejes: “Ofertas individuales”; “plazos diferenciales”; y “ritmos de negociación diferentes”. El primero implica que “los cuatro socios negocian en conjunto pero cada uno hace su oferta individualmente”; el segundo la posibilidad de que los socios compartan una misma oferta pero impongan “distintos plazos de aplicación/desgravación de acuerdo a las necesidades de cada socio”; mientras que el tercero que los socios “no necesariamente” negocien todos los capítulos del acuerdo a la vez, sino que ” podrán integrarse a la negociación de aquellos capítulos que consideren más sensibles en diferentes momentos en el tiempo si así lo estimaran necesario”.
“Si la prioridad asignada o la no inclusión en el Plan de Negociaciones Externas de un tercer país o grupo de países no resultara satisfactoria para uno, dos o tres Estados Partes, dichos Estados Partes podrán iniciar las negociaciones de preferencias arancelarias con esas contrapartes, ya sea en forma grupal o individualmente”, indica en concreto el artículo de la propuesta introducida por Montevideo.
En esa línea, y con la intención de acelerar los procesos, el artículo 9 de la iniciativa indica que “ En caso de que el Plan de Negociaciones Externas no se aprobara en el primer semestre del 2021, los Estados Partes que lo consideren conveniente podrán iniciar negociaciones de acuerdo al mecanismo” que propone la posibilidad de que los Estados negocien uno o más de los ejes contemplados en el artículo 7.
Los cancilleres y los ministros del área económica de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, integrantes del Mercosur, celebraron este lunes una reunión virtual en un momento de fuertes diferencias en torno a la estrategia conjunta de apertura comercial.