Los sueldos van de los 40 a 50 mil pesos y cumplirán «tareas administrativas». Nadie sabe cómo fueron seleccionados los contratados.

Un centenar de militantes kirchneristas fueron contratados por el Programa de Atención Médica Integral (PAMI) para realizar tareas administrativas en los centros vacunatorios que el organismo tiene en la ciudad de Buenos Aires, que en las últimas horas se sumaron al plan de vacunación contra el coronavirus en el distrito. La medida fue dispuesta por su titular, Luana Volnovich, mediante la aprobación del expediente Nº 2021-30114425.

Los contratos tienen una extensión de tres meses y van de los 40 mil a los 50 mil pesos. Se trataría de «contratos basura» que, en tiempos de desocupación y pobreza galopante, no vienen mal para aquellos que están en busca de un trabajo. Pero lo llamativo es que los contratados suelen aparecer en sus redes sociales «militando» el proyecto «Nac&Pop» y junto a dirigentes y personalidades ligadas al oficialismo, como Leopoldo Moreau y Artemio López.

Los nuevos contratados del PAMI haciendo «el aguante» a Artemio López

«¿Cuál fue el método de selección de personal?», «¿Qué horario cumplirán los 100 nuevos empleados?», «¿Qué tareas realizarán?» y «¿Se trata de otra utilización política de la campaña de vacunación?» fueron algunas de las preguntas que los colaboradores de Volnovich se negaron a responder a PyP, tras enviar una gacetilla destacando la incorporación del PAMI al plan de inmunización contra el coronavirus en el distrito gobernado por Horacio Rodríguez Larreta.

Por casualidad, los contratados del PAMI militan en el kircherismo.

El gasto por la contratación de estas cien personas durante los tres meses que, se supone, vacunará el PAMI asciende, en principio, a $6.500.000 por dos meses. A ese monto debería sumarse la quincena transcurrida de abril por lo que la suma total treparía a los $ 8.000.000.

Según la resolución del PAMI «transcurrido el plazo de 60 días, desde la fecha de la presente, quedará automáticamente sin efecto, sin que resulte necesaria la emisión de otro acto de igual naturaleza que así lo disponga».

 

 

A pesar de que el presidente Alberto Fernández se cansa de repetir ante los medios que no se puede hacer política con la pandemia, sus funcionarios hacen lo opuesto. La vacuna militante llegó para quedarse en la provincia de Buenos Aires y en distritos opositores, como Ciudad de Buenos Aires, intentan hacer todo lo posible por controlar el plan de vacunación.