El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, convocó a los presidentes de todos los bloques parlamentarios para definir la modalidad de las sesiones para los próximos dos meses. La reunión está prevista para mañana, martes, a las 19, y se podría avanzar en la implementación de un sistema mixto (virtual y presencial), uno de los pedidos de la oposición.
“Voy a seguir promoviendo el diálogo más allá de cualquier agresión”, afirmó Massa durante la mañana de hoy, en referencia a las amenazas que recibió y denunció ante la Justicia, luego de la sesión de la semana pasada, donde oficialismo y oposición no pudieron ponerse de acuerdo en cómo debatir y aprobar los temas conflictivos, como la Reforma Judicial y el Aporte Extraordinario Solidario, si de manera virtual, como impulsa el Gobierno, o de manera presencial, como pretende Juntos por el Cambio.
Aunque la semana pasada el bloque que lideran Cristian Ritondo, Mario Negri y Maximiliano Ferraro amenazó con recurrir a la Justicia para impugnar la sesión virtual que finalmente se desarrolló, ahora el camino sería la apertura de una nueva vía de negociación para establecer acuerdos básicos, siempre que se acepte las sesiones presenciales para los proyectos importantes, y que solo se convoque a sesiones virtuales cuando los asuntos tengan la aprobación previa de las dos bancadas más importantes de Diputados.
Otro de los temas que generó rispideces entre oficialismo y oposición es el denominado Aporte Solidario Extraordinario (ASE), que prevé gravar las fortunas de 12.000 personas. Su tratamiento, con el resto de las iniciativas, depende del diálogo político que impulse Massa.
El Frente de Todos tiene 119 diputados, uno menos si se considera que José Ignacio de Mendiguren se encuentra de licencia. Juntos por el Cambio alcanza a 116. Aunque otros bloques consensuaron la semana pasada la renovación del protocolo de funcionamiento remoto, hay coincidencia en que es imprescindible un acuerdo para seguir adelante. Incluso quienes se sentaron en sus bancas o se conectaron en forma remota piden acordar y bajar la tensión entre ambas fuerzas.
A la inversa de lo que se supone, el Frente de Todos no tendría inconvenientes en aprobar el proyecto de ley de Aporte Solidario y Extraordinario sobre los patrimonios superiores a 200 millones de pesos. No sólo lo votarían los diputados propios. También hay voluntad en el Interbloque Federal y en Unidad Federal para el Desarrollo. Entre ambas bancadas, que lideran Eduardo ‘Bali’ Bucca y José Luis Ramón, el oficialismo podría sumar entre 14 y 19 votos. Bucca ya habló con Máximo Kirchner y el lavagnista Alejandro ‘Topo’ Rodríguez cita a monseñor Víctor ‘Tucho’ Fernández, el arzobispo de La Plata amigo del Papa Francisco que se mostró a favor de la iniciativa.
El destino de la recaudación quedará explicitado en la ley, para tranquilidad de los partidos chicos que así lo exigieron. Jorge Sarghini, uno de los tres lavagnistas, estudió la letra pequeña de la norma y a instancias de su bloque, Consenso Federal, una parte de los recursos se destinará a la reactivación productiva.
Los cuatro cordobeses que responden al gobernador Juan Schiaretti, Carlos Gutiérrez, Alejandra Vigo, Paulo Cassinerio y Claudia Márquez, se manifestaron a favor en abril, apenas trascendió un borrador. “Si este nuevo gravamen no ataca a la clase media por el rango en el que se va a mover, nosotros lo vamos a apoyar”, prometió Gutiérrez, alineado con Bucca.
El proyecto sumó en los últimos días el respaldo explícito del diputado socialista santafesino Enrique Estévez. Podrían también dar su aval los cuatro del bloque Córdoba Federal que lidera Carlos Gutiérrez. Todos están dentro del Interbloque de Bucca.
Además se descuenta, como es usual, el apoyo de Alma Sapag del Movimiento Popular Neuquino, con lo cual el proyecto podría arrancar con 130 votos pero alcanzaría hasta 138 sin contar a ningún legislador de Juntos por el Cambio. Además tendría holgado quórum gracias también a los dos diputados de izquierda, Nicolás del Caño y Romina del Plá, precursores de un proyecto a las grandes fortunas con un piso mucho más bajo que el del oficialismo y con la idea de alcanzar también a las 5.000 empresas más grandes.
El santafesino Estévez suele actuar en forma independiente y pasa de sólo dar quórum y votar en contra hasta a ayudar con su voto al Gobierno. Sería esta vez ese caso. “Es lógico que en este contexto de crisis económica, social y sanitaria que los que más pueden hagan un esfuerzo solidario para afrontar esta situación”, le dijo en la semana a la agencia Télam.
En Juntos por el Cambio adelantaron su rechazo al tratamiento del proyecto autoría de Carlos Heller y Máximo Kirchner, al menos si se debate en forma remota. Sin embargo, el Aporte Solidario podría quebrar al bloque, según admitieron algunos diputados radicales que están dispuestos a votar a favor y ya lo expresaron puertas adentro.
Algunos de esos diputados responden al gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, quien varias veces repitió que “en esta emergencia quienes están haciendo su mayor esfuerzo son los trabajadores, negociando a la baja sus salarios para preservar el empleo, y el sector público, que no recibe aumentos salariales, con una inflación que le come los sueldos” y agregó: “Estoy de acuerdo con que los sectores más ricos realicen un aporte extraordinario”. El bloque, sin embargo, no discutió a fondo su postura, por lo que si la conducción se expresa en contra en forma muy contundente dejaría en posición incómoda a los que quieren acompañar y que en general son de los más jóvenes. Sí coinciden todos respecto a la metodología con la que quieren debatir: cara a cara.