El Gobierno aceptaría que las sesiones del Congreso se hagan al aire libre para bajar la tensión con la oposición luego de la escandalosa sesión de este martes, en la que Cambiemos se sentó en el recinto pero desconoció la reunión online del Frente de Todos.

La sesión terminó en un bochorno luego de que el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, recibiera cientos de amenazas por teléfono y presentara una denuncia penal, señalando al macrismo como el autor intelectual de los ataques.

La escalada de la confrontación incluso tuvo un capítulo de tensión en la puerta del Congreso con manifestantes encabezados por Alfredo Casero y denuncias de “Golpe de Estado” en las redes sociales. Mientras algunos diputados de Cambiemos hablaron de la “venezualización” del Gobierno, algunos de los principales referentes de Cambiemos, como Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal y Mario Negri, salieron a solidarizarse con Massa.

 

Para encontrar una manera de bajar la tensión, Alberto Fernández recibió en la noche de este miércoles a Massa y Máximo Kirchner en Olivos. Allí se habló de una propuesta de Eduardo “Bali” Bucca, del interbloque federal, compartida por Silvia Lospennato, del riñón de Emilio Monzó, para trasladar las sesiones al aire libre.

Con ese mecanismo se podría garantizar la presencialidad de quienes quieran ir a las sesiones pero no hacerla obligatoria y se aseguraría así la participación de quienes están en edad de riesgo y no podían llegar de provincias lejanas y sin conectividad.

Durante el martes estuvo cerca de llegarse a un acuerdo para mudar las sesiones, una modalidad que dejarían a Cambiemos sin argumentos y por eso es considerada por la cúpula del Frente de Todos.

Según anticiparon a LPO fuentes al tanto de las negociaciones, este jueves habrá reuniones para determinar qué lugar podrían utilizar para sesionar.