China sigue avanzando a marchas forzadas en el desarrollo de sus distintos proyectos de vacuna contra la Covid-19 y, este lunes, dio un paso más al aprobar, por primera vez, una de ellas para uso de forma exclusiva en sus fuerzas militares.
Se trata de la vacuna que desarrolla el Instituto Científico Militar y la compañía biofarmacéutica china CanSino Biologics, que ya superó las dos primeras fases de ensayos clínicos, que incluyen las primeras pruebas con humanos, pero que aún debe pasar la tercera, que requiere que sea testada en grupos de personas mucho más amplios.
“La vacuna se encuentra limitada actualmente solo a uso militar y no puede tener mayor alcance sin la aprobación de el Departamento de Apoyo Logístico”, señaló CanSino a través de un comunicado, en referencia al departamento militar que ha dado el visto bueno para el uso de la vacuna.
La compañía, con sede en la ciudad nororiental de Tianjin, indicó que su nueva vacuna recombinante de coronavirus (vector de adenovirus Ad5-nCoV) ha sido aprobada por el Ejército el pasado 25 de junio para “uso por los militares” en el marco de las “medicinas para necesidades especiales”, según los medios locales.
De esta forma, el proyecto de CanSino se une a las vacunas experimentales en fase de desarrollo más avanzada, como la de la Universidad de Oxford, la del laboratorio estadounidense Moderna y la de la también empresa china Sinopharm, todas ellas con pruebas en grandes grupos humanos ya en marcha.
La vacuna de CanSino, denominada Ad5-nCoV, está basada en el uso del vector del adenovirus -el que causa el resfriado común-, que se emplea para desarrollar los genes del coronavirus en las célular y provocar una respuesta inmunitaria del organismo que lo proteja de futuras infecciones de Covid-19.
El 22 de Mayo, los investigadores que desarrollan la vacuna publicaron un paper en la revista Lancet, que se convirtió en el primer artículo sobre una vacuna para la Covid-19 que hubiera sido probada en humanos en aparecer en una publicación científica y en el que defendían su seguridad y efectividad y la necesidad de continuar con el proyecto.
Además de los tres mencionados proyectos de vacuna que ya están en fase III, al que ahora se suma la de CanSino, otros 14 han iniciado pruebas con seres humanos y 132 se encuentran en la fase de desarrollo anterior, según los datos ofrecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La fase III del desarrollo de la vacuna es la primera que incluye pruebas con miles de personas. Generalmente, se inocula la vacuna a un grupo y se administra un placebo a otro segundo, exponiendo a ambos al contagio de forma natural y comprobando las diferencias pasado un periodo.
Uno de los grandes retos que supone el desarrollo de la vacuna de la Covid-19 es que la enfermedad tiene un nivel muy bajo de contagio en los países que están desarrollando los proyectos de investigación, como es el caso de China, por lo que no está garantizado que las pruebas con militares acaben dando un resultado concluyente.