Marcelo Tinelli cargó hoy contra el macrismo, por la denuncia por espionaje ilegal que la AFI presentó contra el gobierno anterior. “Te escuchaban los teléfonos, te leían los mails, te apretaban con la Afip. Tenían un aparato del Estado, que pagábamos nosotros, para perseguir a los que pensaban distinto o a los propios que pudieran descarriarse”, disparó desde Twitter.

Su comentario no pasó desapercibido en las redes, donde usuarios anti K lo criticaron y convirtieron en tendencia el hashtag #TinelliSorete. Al tiempo que, ex funcionarios cambiemitas, como Hernán Lombardi, también lo cruzaron. El ex titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos lo tildó de “mercenario” y lo acusó de intentar “distraer la atención de lo que nos pasa”.

Sin embargo, lo curioso del caso es que, en su momento, el conductor se presentó ante la Justicia para que se investigue si el gobierno de Cristina Kirchner -hoy vicepresidenta de la gestión que apoya- lo espiaba. Ocurrió en octubre de 2015, luego de que las macristas Patricia Bullrich y Laura Alonso presentaran una denuncia por espionaje ilegal contra el kirchnerismo.

La presentación de Bullrich y Alonso se basaba en un listado de jueces, políticos y periodistas supuestamente espiados por los servicios de Inteligencia del Ejército, que recibieron de manos de un ex agente de la ex SIDE. Y entre las presuntas víctimas estaba Tinelli, quien luego de bromear sobre el asunto en Twitter instruyó a su abogado para que presentara una denuncia.

No es el único antecedente de espionaje K al “Cabezón”. Según reveló el periodista Franco Lindner en el libro Sexo, política y plata sucia, el Gobierno envió a agentes de inteligencia para controlar sus movimientos durante la campaña electoral de 2009. En ese entonces, en su programa había un segmento muy inquietante para la política argentina: Gran Cuñado.

En mayo de 2015, Lindner aseguró al sitio Perfil.com: “Para tener controlado a Tinelli, como un medio de presión, el Gobierno empezó a investigar su vida privada. Empezó a seguirlo al Faena Hotel en Puerto Madero, donde el iba varias veces a la semana. Filmaban, miraban quienes iban, las patentes de los autos, un seguimiento minucioso”.

Si bien en aquella oportunidad el empresario no fue a la Justicia, sí respondió desde su programa. “Tinelli acusa recibo y hace una imitación de Aníbal Fernández, donde el funcionario le dice ‘se lo que hiciste anoche, a donde fuiste, que compraste tal cosa’. Ese era, entre risas y chicanas, el mensaje de Tinelli de ‘se que me están espiando’”, recordó Lindner. Eran otros tiempos.