El gobierno de Venezuela confirmó un total de 1.245 casos de COVID-19 y tan solo 11 muertes. Sin embargo, la información oficial del país genera dudas y no tiene sentido. La situación del país es grave y el COVID-19 solo pronunció el declive.

Distintas organizaciones no-gubernamentales tildaron la información como “absurda”. Según un informe de “Human Rights Watch”, alrededor de 30 mil venezolanos fallecieron por el virus.

El sistema de salud venezolano sufrió un cataclismo en 2019: un tercio de los hospitales del país no tienen agua. Más del 70{688a8ce96c256f08401d8e2f5c8db48dc2792b622bdd2a5bb1e6509fa5d7b8e2} de los hospitales denuncian la falta de equipamiento médico como gasas, jabón, gel desinfectante, guantes y entre otros.

Según datos oficiales de organismos de HRW., el agua en los hospitales está intervenida desde 2014.

Las medidas de Vietnam frente al coronavirus las consideraban como “exageradas”, hoy quieren seguir el ejemplo.

Venezuela no tiene la capacidad operativa para enfrentar la pandemia de SARS-CoV-2. Escasean medicamentos, combustible, gas, jabón y agua: elementos esenciales para la vida diaria que el gobierno de Maduro no garantiza.

“En esas condiciones es imposible seguir las pautas básicas para prevenir las infecciones adquiridas en el hospital, que es lavarse las manos”, sostiene Kathleen Page, una médica de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, en el informe.

“La descomposición del sistema de salud ha creado una condición peligrosa que favorece la rápida propagación en las distintas comunidades”, asevera Kathleen.

Desde que el colapso económico de Venezuela comenzó a acelerarse en 2013, al menos 4,5 millones de sus ciudadanos han huido al extranjero: la pandemia de COVID-19 es una situación crítica y, actualmente, los venezolanos que residen dentro del país padecen la situación.

Human Rights Watch pidió a la comunidad internacional ayuda para financiar esfuerzos humanitarios de la ONU: su meta es ayudar a los venezolanos de manera inmediata.

En Venezuela, la tasa de mortalidad por COVID-19 es incierta: según el informe, probablemente varíe según la edad, las condiciones de salud subyacentes, entre otros factores.

 

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