El presidente Alberto Fernández se reunió con gobernadores en la residencia de Olivos, donde ya se definió que se declarará el “aislamiento total” que busca evitar la expansión del coronavirus Covid-19 dentro del país. Será desde esta medianoche hasta las 24 horas del 31 de marzo.
Según detallaron a LA NACION , esto significa que nadie puede moverse de su casa. Durante ese periodo, solo se podrá salir a las farmacias y para comprar comidas cerca de la casa.
Serán acusadas de delito contra la salud pública aquellas personas que sean interceptadas fuera de sus casas sin causal. Se procederá a la detención y secuestro de vehículo si se mueve por esa vía.
Además, se anunciaría que a partir de la semana que viene se descentralizará los análisis para confirmar a la mayor brevedad posible cada caso de coronavirus Covid-19.
Control en las calles
Tantos las Fuerzas Armadas federales como las policías provinciales y locales serán las encargadas de controlar el cumplimiento del aislamiento.
La llegada de los mandatarios
Según confirmaron fuentes de presidencia a LA NACION, hasta la quinta presidencial llegaron casi todos los mandatarios, salvo tres que participarán en forma virtual y una que envió a su vice.
Los que no están en Olivos son el mandatario de Catamarca, Raul Jalil; el de Mendoza, Rodolfo Suárez y el de Tierra del Fuego, Gustavo Melella. En tanto, Alicia Kirchner, dispuso que asistiera en su nombre el vicegobernador de Santa Cruz,
“El resto estarán todos y Axel Kicillof llegará sobre el final”, agregaron desde la Casa Rosada.
Unificar un criterio nacional
El Gobierno no quiere que provincias y municipios sigan tomando medidas unilaterales de cierre de fronteras, como ya hicieron Chaco, Salta, Santa Fe, Jujuy, Mendoza, Santiago del Estero y Tierra del Fuego. “Genera problemas de tráfico y circulación en las fronteras entre provincias, y además nos llaman los gobernadores preocupados porque las resoluciones que están tomando no se cumplen. Necesitamos tomar una medida de alcance nacional”, dijo a este medio hoy un alto funcionario.
La aspiración de Fernández es administrar el pasaje a un esquema más drástico sin generar problemas de desabastecimiento -cuyos primeros signos se palparon el fin de semana pasado- ni caos en la circulación en la vía pública en las horas previas al “lock down”.
En la hoja de ruta que estudia el Gobierno, y que publicó LA NACION , está contemplado el bloqueo de ciudades con evidencia de transmisión local, el distanciamiento social masivo en todo el país y la prohibición de actividades comerciales con excepción de actividades esenciales, como medicina y alimentación.
Fernández hoy estudiaba con sus más estrechos colaboradores los alcances y la extensión que tendría el aislamiento general y que podría contemplar pautas de circulación medida -explicaron fuentes oficiales- para garantizar servicios básicos.
El punto nodal, reconocen en el Gobierno, pasa por asegurar la provisión de alimentos, elementos de higiene y otros insumos de primera necesidad.
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