El brutal asesinato de Lucio Dupuy, el nene de 5 años que murió en La Pampa luego del castigo que recibió de su mamá y su pareja, revela las fallas que tuvo el sistema para no detectar señales de un maltrato evidente. Entre el 15 de diciembre de 2020 y el 23 de marzo de 2021, Lucio ingresó cinco al hospital Evita de Santa Rosa y a otros centros de atención de la capital de la provincia de La Pampa, siempre para ser atendido por golpes, fracturas y traumatismos.Leé también“No mataba ni una mosca”, dijo la mamá de Abigail, la principal acusada del crimen de Lucio

Crimen de Lucio Dupuy: la madre de la acusada aseguró que su hija no mataba ni una mosca (Foto: archivo).

Según reveló el diario local La Arena, un ojo atento a la historia clínica de Lucio podría haber ayudado a evitar su trágica muerte.

¿Qué pasó con Lucio?

El 15 de diciembre de 2020 ingresó a la guardia del hospital por “traumatismos de miembro superior y una “fractura expuesta en dedo de la mano”. Tres días después, otro diagnóstico en el hospital Lucio Molas de Santa Rosa complementa el diagnóstico de hace tres días: le encontraron una “fractura a nivel de la muñeca y de la mano” y “fracturas en otros huesos del carpo”.

El 22 de enero de 2021 Lucio fue asistido en una salita del barrio Río Atuel dónde vivía. Allí se constataron “traumatismos de miembro superior”, además de traumatismo superficiales por “trauma”.

Apenas diez días después volvió al hospital Evita, esta vez por un “traumatismo/herida de región no especificada del cuerpo”, un diagnóstico poco preciso pero asentado también bajo el protocolo T14-1 que implica “traumatismo/herida de región no especificada del cuerpo”. Esto puede incluir cortes, heridas, heridas por punción, laceraciones o mordeduras de animales, entre otras según la Clasificación Internacional de Enfermedades. Esto fue el 1° de febrero de 2021.

La última atención médica fue asentada el 23 de marzo, también al Evita por traumatismo. Allí se le diagnosticó “mallet finger”, una deformidad en el dedo que se genera por una fractura ósea de la falange distal. Es decir, las fracturas que presentó Lucio en diciembre nunca fueron tratadas ni tenidas en cuenta por la mamá y su pareja. Ese día también se le realizaron varios estudios, entre ellos una radiografía de codo, antebrazo, muñeca, mano y dedos, entre otras zonas del cuerpo.

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