Se desarrolla la última jornada del paro del campo con cese de comercialización de granos convocado por la Mesa de Enlace. La medida, que surgió en rechazo de la prohibición a la exportación de maíz que había anunciado el Gobierno nacional, brindó frutos y ayer la administración de Alberto Fernández anunció que no aplicará restricciones en la venta al exterior de los productores rurales.

Según informó NA, el levantamiento de las limitaciones se concretó tras una reunión entre entidades de la cadena agroindustrial y representantes del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca , quienes arribaron a un acuerdo luego de que el vínculo se tensara en las últimas semanas». De esta manera, ya no aplicará la limitación para vender un tope de 30 mil toneladas diarias, pero se trabajará con un criterio de monitoreo de los registros de campaña vieja del 2019 y 2020.

Luego del cónclave, desde Casa Rosada señalaron que buscarán «sustituir el límite de 30.000 toneladas diarias de exportación de maíz por un monitoreo del saldo exportable para llegar al empalme de cosecha sin tensiones, con el compromiso del sector privado». En este sentido, el ministro de la cartera agraria, Luis Basterra, dijo que las reuniones con representantes del sector permite «continuar avanzando en compatibilizar los intereses privados con la necesidad del Estado de garantizar los bienes esenciales en todo el territorio nacional».

A su vez, indicó que para el Gobierno nacional es prioritario «desacoplar los precios internos de la dinámica de los precios internacionales» y fortalecer el desarrollo del sector y las exportaciones. «Desde el Ministerio trabajamos para encontrar las mejores herramientas que nos permitan crecer con ese doble objetivo», agregó. Por último, anunció que se logró arribar a un acuerdo sobre el precio del maíz en el mercado local.

» Pudimos consensuar un acuerdo de largo plazo con los sectores consumidores y proveedores de maíz, en sintonía con el Programa Precios Cuidados, en el que se habló, como ejemplo, de la constitución de un Fideicomiso de larga duración como solución estructural y método de desacople entre el mercado internacional y el de abastecimiento a transformadores de maíz», concluyó.

Idas y vueltas del conflicto

En un principio el Ejecutivo nacional resolvió suspender la exportación de maíz hasta el 1 de enero, lo que causó el enojo de los sectores rurales y, tras una serie de reuniones, definió ir al paro. Finalmente, frente a las presiones del campo, el Gobierno había flexibilizado la medida y definió permitir la venta pero con un límite de 30 mil toneladas diarias para tratar de frenar la medida de fuerza.

Sin embargo, varios sectores del campo persistían en su disconformidad pese a la flexibilización. Por eso, los presidente de las Confederaciones Rurales (CRA) habían ratificado, el lunes, que el paro de tres días seguiría en pie. Daniel Pelegrina, presidente de la Sociedad Rural, había explicado que la medida del Gobierno era un «error» ya que no se trataba de una reapertura ya que el «cese de comercialización» seguiría igual.