Apenas asumida la gestión de Axel Kicillof, el IOMA inició una fuerte embestida contra la Agremiación Médica Platense (AMP) y llevó adelante un programa para abrir clínicas propias donde atender a sus afiliados. Una cooperativa camporista, detrás del millonario negocio de la salud.

A comienzos de la pandemia, aprovechando la falta de controles posibles solo ante la emergencia sanitaria, comenzó a sonar la versión de que el IOMA de Kicillof se embarcaría en el proyecto de adquirir clínicas propias donde atender a sus afiliados. Esto desató un fuerte conflicto con la Agremiación Médica Platense, desde donde entendieron que la necesidad de que el paciente pueda elegir a su médico era algo innegociable.


El titular de la cooperativa junto a Mayra Mendoza, hoy intendenta de Quilmes, en una reunióin de la agrupación.

El titular de la cooperativa junto a Mayra Mendoza, hoy intendenta de Quilmes.

En el medio, el titular del IOMA formado en Cuba, Homero Giles, rompió el convenio con los médicos y, tras un escándalo de magnitud nacional que terminó por interrumpir el servicio de salud en plena pandemia, debió echar marcha atrás con la iniciativa.

Luego, a pesar de haber negado sus intenciones de abrir clínicas propias, Kicillof y Giles presentaron el hospital IOMA Gabriela Carriquiriborde de Temperley. Poco y nada se sabe sobre los costos de esta iniciativa. Sin embargo, el Sindicato Único de Profesionales de Trabajadores y Técnicos de IOMA (SUPTTIOMA) realizó una investigación sobre los gastos previstos por el organismo y denunció una “mega estafa” de 1.620 millones de pesos.


El presidente de la cooperativa beneficiada por IOMA, en una movilización de La Cámpora.

Mereles, posando para una foto junto a CFK.

En ese marco, REALPOLITIK tuvo acceso al contrato de locación que hizo posible este negocio. De esa documentación se desprende que IOMA no es la nueva inquilina de la clínica, sino que la alquila y usufructúa a través de una cooperativa llamada Doctor René Favaloro, que preside Ramón Mereles (DNI 24.767.569).


Ramón Mereles con la remera de La Cámpora.

Ramón Mereles, además de ser delegado de ATSA, es un fervoroso militante de La Cámpora. En su cuenta de Facebook pueden encontrarse innumerables fotos de su participación en marchas, acompañado por dirigentes de primera línea de la agrupación como la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, y el ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires, Andrés “Cuervo” Larroque.

Es justamente Mereles quien se encarga de administrar las increíbles sumas de dinero que el gobierno de la provincia de Buenos Aires dedica a este nuevo hospital. Por ejemplo, mientras existen pacientes oncológicos que todavía esperan respuestas del organismo, el IOMA dedicará un monto total de más de 28 millones de pesos por el alquiler de tres años del edificio de la ex clínica Comahue (28.516.572 para ser más exactos). Las cuotas del primer año ascienden a 550 mil pesos mensuales, mientras que el último será de casi el doble: 1.087.425 pesos.

Pero las irregularidades de esta cooperativa siguen. Por caso, el contrato social de la cooperativa Doctor René Favaloro data del julio de 2019, pero recién se inscribió en AFIP en junio del 2020: es decir, varios meses después del contrato de locación firmado el día 8 de abril.

Pero quizás, el dato más polémico de esta cooperativa que maneja miles de millones de pesos de todos los bonaerenses es su radicación: según los datos que se desprenden de AFIP, tiene su domicilio legal en calle 170 2164, Bernal (Quilmes), cuyo titular es Sandalio Acosta, quien falleció en el año 2012. Se trata de una casa particular ubicada en una zona de ex tierras fiscales que fue ocupada con el correr de los años.

Sin embargo, a los fines del contrato de alquiler, al que este medio tuvo acceso en exclusiva, la cooperativa que administrará miles de millones de pesos destinados a la salud de los bonaerenses constituyó domicilio en otro llamativo carenciado barrio de Quilmes: en la calle 807 Nro. 1728. (www.REALPOLITIK.com.ar)