Otro avance de los gobiernos provinciales sobre las libertades individuales en tiempos de cuarentena.

Rodrigo Etchudez es músico pero vive de las ventas de su pequeño almacén en Monte Quemado, pueblo ubicado al norte de Santiago del Estero. Allí no hay casos de coronavirus. Sin embargo, la cuarentena obligatoria se cumple a rajatabla por orden del intendente Manuel Castillo. En la provincia de Santiago del Estero, al gobernador no sólo se lo respeta sino que se le debe temer. Etchedez conoce a Gerardo Zamora, pues años atrás trabajó con él cuando formaban parte de la UCR. Alejado de la política, al músico de 38 años a veces le pica el bichito y sube algún comentario a sus redes sociales.

En los últimos días, desde su cuenta de Facebook celebró la caravana de médicos locales que tuvo lugar el último sábado en el Parque Aguirre, de la capital provincial, para pedir mejores condiciones de trabajo. PeriodismoyPunto publicó que, durante esa concentración, la policía local tomó nota y confeccionó una lista negra con los datos personales de los médicos particulares. Nombre, apellido, edad, número y tipo de documento, domicilio y marca y domino de sus respectivos vehículos. Estado policial al palo.

Tras el posteo en sus redes sociales, 14 efectivos policiales golpearon la puerta de su comercio. Y sin orden de allanamiento ni detención, lo llevaron preso por violar el artículo 205 del Código Penal. Las normas que reglamentó el Ministerio de Seguridad sobre ciberpatrullaje. Los policías se anticiparon a su publicación. Lo acusaban de incitar a las manifestaciones públicas y violar la cuarentena como si fuese un terrorista. “Vinieron a mi casa en dos patrulleros, no opuse resistencia porque conozco como se manejan, me llevaron detenido y estuve ocho horas preso”, dijo a PyP.

Etchudez compartió celda, en la comisaría de Monte Quemado, con otras 60 personas apresadas por narcomenudeo, violencia doméstica y de género, un violador y ladrones de toda la calandra. “La idea era asustarme, ablandarme, aleccionarme y que no vuelva a escribir nada”, aseguró.

“Deberíamos salir todos los santiagueños los sábados y domingos de 16 a 17, pero no a recrearnos, sino en reclamo de todo lo que está mal en Santiago bajo este régimen dictador que lleva adelante la gestión de Gerardo Zamora”. ¿Alguien puede creer que este mensaje es terrorista?

Esto pasa en la Argentina de la cuarentena eterna y obligatoria. En un pueblo de 40 mil habitantes sin casos de coronavirus, las personas deben quedarse encerrados y no pueden expresarse en sus redes sociales. En el paraíso de Zamora, el ciberpatrullaje se cobró su primera víctima. Habrá más.

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