La agenda mediática machaca contra Milei y calla ante las denuncias que rozan al kirchnerismo.
La comparación que estalló hoy en redes —“Home de La Nación cuando operaron a Espert vs. Home cuando se revelan los vínculos K con el Cartel de los Soles”— no fue casual: es la radiografía de una doble vara mediática.
Mientras algunos medios se obsesionan con titular “tensión preelectoral”, guardan silencio ante causas y testimonios que exponen el costado más oscuro del kirchnerismo: sus nexos con el narcotráfico y el financiamiento chavista. Se nota mucho.
La cara oculta del relato “nacional y popular”
Detrás del relato progresista del kirchnerismo se esconde algo mucho más grave: una trama de corrupción, lavado y complicidades con el narcotráfico regional.
Desde los primeros años del gobierno de Néstor Kirchner, las denuncias, investigaciones judiciales y vínculos personales de dirigentes K con redes de tráfico de drogas se multiplicaron, delineando un mapa que atraviesa Santa Cruz, Buenos Aires, Corrientes y hasta Caracas.
Pero la confirmación de tal vínculo surgió ayer con el testimonio de Hugo “El Pollo” Carvajal, exjefe de Inteligencia Militar de Hugo Chávez, detenido en España. En su declaración ante la Audiencia Nacional, Carvajal reveló que el régimen venezolano financió a líderes y partidos de izquierda en toda América Latina, incluyendo a los Kirchner en Argentina, Lula da Silva en Brasil, Evo Morales en Bolivia, Gustavo Petro en Colombia y al partido Podemos en España.
Según sus palabras, el dinero se enviaba a través de valijas diplomáticas y empresas de PDVSA, con el objetivo de expandir la “revolución bolivariana” en la región. La justicia española remitió su testimonio y documentación a la Fiscalía Anticorrupción, y el caso sigue bajo análisis.
Esa red de financiamiento político operaba en paralelo a otra estructura: el Cartel de los Soles, una organización integrada por altos mandos del ejército venezolano —algunos de ellos acusados por Estados Unidos por narcoterrorismo— que usaban las rutas aéreas y portuarias del Estado para mover toneladas de cocaína. Narcotráfico y expansión ideológica: las dos caras de un mismo proyecto.
El antecedente más recordado de este entramado es el caso Antonini Wilson (2007): un empresario venezolano fue sorprendido en Aeroparque con 790.550 dólares no declarados, destinados —según la justicia estadounidense— a financiar la campaña presidencial de Cristina Kirchner
Lo que los medios no quieren mirar
Frente a este conjunto de hechos, la indiferencia mediática resulta escandalosa. Los mismos medios que dedican portadas enteras a instalar “crisis políticas” o “tensiones cambiarias” callan ante pruebas, documentos y testimonios judiciales que comprometen a una fuerza política corrupta y mafiosa. La verdadera trama que envenenó a la Argentina sigue oculta bajo la alfombra.
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