Funcionarios de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) realizaron en septiembre un viaje oficial a Azerbaiyán bajo el pretexto de participar de una cumbre de inteligencia y terminaron asistiendo al Gran Premio de F-1 realizado en Bakú, donde el piloto argentino Franco Colapinto quedó en el 19º lugar, después de un toque con Alex Albon que le quitó ritmo y lo dejó relegado en la carrera.
La misión se financió con fondos públicos y los pasajes se emitieron en primera clase, cuyo valor parte de los $19,6 millones por persona.
El itinerario –al que Sección País accedió en exclusiva– confirma que el subsecretario administrativo de la SIDE y virtual número dos del organismo, José Francisco Lago Rodríguez, y el director del Servicio de Inteligencia Argentino (SIA), Alejandro Colombo, volaron el 17 de septiembre hacia Bakú con escala en San Pablo y Doha. Y regresaron a Buenos Aires el día 24, a las 14, después de repetir las mismas escalas. La emisión en primera clase consta en los comprobantes.
Según pudo confirmar SP, la compra de los tickets se hizo a través de la agencia All Seasons, que funciona en el piso 11 de un edificio ubicado en la calle Esmeralda 740, en el barrio porteño de Retiro.
Aunque el viaje se inscribió en el marco de un “encuentro internacional de servicios de inteligencia”, distintas fuentes del área señalaron que la agenda incluyó actividades extraprotolocares, como la presencia en el GP de Bakú. Otro punto llamativo surge de los movimientos de equipaje. Lago Rodríguez salió de Ezeiza sin valija y regresó con tres, de acuerdo a registros internos y controles aeroportuarios. La secuencia quedó documentada y disparó alertas en la Aduana.
El contexto amplifica el impacto político del caso. Lago Rodríguez, cuyo padre es titular de la SIGEN, fue puesto en la SIDE por el asesor presidencial Santiago Caputo para administrar “la caja”. En paralelo, el presupuesto del organismo fue ampliado en los últimos meses, mientras el Gobierno aplicó recortes en áreas sensibles como discapacidad y universidades, hecho que en el último año motivó fuertes enfrentamientos con la oposición por las prioridades de gasto.
Consultada por este medio, la SIDE no ofreció explicaciones sobre los criterios para autorizar el viaje, los objetivos de la misión ni los controles aplicados al regreso. Tampoco respondió por qué los pasajes fueron emitidos en primera clase.
En la Casa Rosada admiten malestar por el episodio y no descartan tomar medidas, una vez que hayan transcurrido las elecciones legislativas del 26 de octubre, momento en el que se daría un relanzamiento de la gestión.