La madre de una de las sospechosas que está tras las rejas, se presentó a declarar y aportó los chats de las conversaciones con su hija a la Justicia.
Las autoridades judiciales a cargo de la investigación por el triple crimen de Florencio Varela, encontraron mensajes de audio que comprometen a una de las siete personas que actualmente están detenidas.
“Mamá, me mandé una cagada”, le dijo Magalí Celeste González Guerrero a un testigo que se presentó a declarar en el marco de la causa, a cargo del fiscal Adrián Arribas.
Se trata de la mujer detenida junto a su pareja en un hotel alojamiento ubicado cerca del lugar del macabro hallazgo del cuerpo de Lara, Brenda y Morena, encontradas el miércoles pasado. Ambos serían los dueños de la casa donde mataron a las víctimas, y cayeron ese mismo día.
Según trascendió, fue su madre adoptiva, quien aportó los chats a la Justicia. Sería una conversación que tuvo lugar el pasado 23 de septiembre, cuando las autoridades encontraron el cuerpo sin vida de las jóvenes.
“Está la policía en casa, algo pasó en casa”, le advirtió González Guerrero a su madre. Minutos después fue detenida junto a otro hombre, y desde entonces permanece tras las rejas.
“Necesito unas horas porque si yo voy sola, voy a pagar el plato de todos si me entrego”, manifestó la joven, que le pidió a su mamá que borrara la conversación y que no le escribiera. “Tengo que arreglar esto, dame unas horas por favor. Y vos no sabés nada, no digas nada. Borrá todo ya, borralo”, escribió.
Además, expuso la relación que tenía con la banda narco: “Tengo que ir sola y no quiero ir sola. No puedo ir sola, él no va a ir”, y agregó: “El jefe este se va a enterar y chau Celeste. No sé si me entendés, necesito acá acomodarme con él. No te voy a hablar más hasta dentro de unas horas”.
González Guerrero fue una de las primeras apresadas que tuvo la causa. Al igual que el resto de los imputados, se negó a prestar declaración al ser trasladada a la UFI 2 de Laferrere, ante el fiscal Gastón Dupláa, quien estuvo al frente del caso en primera instancia.
Mientras tanto, sigue la búsqueda “Pequeño J”, el narcotraficante de nacionalidad peruana que sería el jefe de la banda criminal detrás del sangriento asesinato de las jóvenes.
